¿Qué tiene que ver el buen descanso con la propensión a comprender al prójimo e incluso a ayudarle?
Por Martina Bareni
Dormir bien hace que las personas sean más amables y estén más dispuestas a ayudar a los demás.
Un estudio realizado por cientificos del Departamento de Neurociencia y Psicología Social de la Universidad de Berna y del Departamento de Neurología de la Universidad de Zúrich, y publicado en el Journal of Neuroscience, demostró que quienes duermen más profundamente suelen ser más amables y más altruistas, más empáticos, más implicados con el mundo que les rodea.
Una buena actitud y el altruismo, la propensión a ayudar, cuidar, compartir y cooperar, son comportamientos que favorecen la comunidad, es decir, beneficiosos para la sociedad en su conjunto, que a través de la construcción y el mantenimiento de relaciones interpersonales funcionales y positivas se ve reforzada.
Varios estudios que han observado los efectos de la privación de sueño en el comportamiento humano ya han sugerido claramente que dormir poco hace que las personas estén ansiosas y mal dispuestas, más agresivas, menos propensas a tener un actitud atenta hacia los demás y hacia el mundo que les rodea.
Por lo tanto, tenemos una razón más para prestar la debida atención a la calidad de nuestro sueño.
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