verano

LA DULCE OCIOSIDAD DEL VERANO

Se acerca el verano, el momento perfecto para desconectar un poco de la rutina.

Por Valentina Cicconelli


Se acerca el verano, sinónimo de vacaciones, horarios más flexibles, largos días de sol y más libertad. Es el momento perfecto para desconectar un poco y recuperar de los esfuerzos que has realizado en los últimos meses. Permítete sin remordimientos entregarte un poco a la dulce ociosidad. La alegría de no tener que seguir las aburridas tareas cotidianas no tiene precio y resultará una gran inversión para tu bienestar.

ocio en verano

Escúchate a ti misma. A menudo tendemos a no complacer las necesidades de nuestro cuerpo y de nuestra mente. «¡No puedo tomarme un descanso! Tengo mil cosas que hacer». ¿Cuántas veces has tenido pensamientos como éste? Probablemente sea porque es lo que espera de ti la sociedad: el deber primero y el placer después (y se ignoran nuestros problemas). Así que aprovecha el verano para darte ese respiro.

Descanso en verano

Aburrirse y no hacer nada es una gran inversión. El aburrimiento, a pesar de ser percibido como una emoción «negativa», es muy útil: te ayuda a vaciar la mente y a encontrar soluciones creativas para la vida cotidiana. No llenes tu día de actividades a toda costa. Permítete también momentos de ocio, para aliviar tu mente y tu cuerpo del estrés acumulado durante el año. En el ocio nos enfrentamos cara a cara con nosotros mismos y nuestros pensamientos y, a menudo, esto nos ayuda a encontrar respuestas a porqués o a situaciones difíciles donde antes no podíamos ver ninguna.

ocio en la playa

Deja espacio para la despreocupación. Al alejarnos de la vida cotidiana también nos desprendemos de las famosas máscaras, aquellas según las cuales nos convertimos en un «yo» diferente para encajar en el patrón social. El verano es el momento ideal para desprenderse de ellas. Esa época del año, o por lo menos los días de vacaciones, representa el momento ideal para dejar espacio a la despreocupación, a la espontaneidad y a la ligereza.

relajarse en hamacas

Redescubre la naturaleza. «Observa con qué previsión la naturaleza, madre de la humanidad, se encargó de esparcir un toque de locura por todas partes. Ella infundió al hombre más pasión que razón, para que todo fuera menos triste, difícil, feo, insípido, molesto». Esta frase de Erasmo de Rotterdam encierra un concepto clave: la unión que el ser humano tiene con la naturaleza. Sumergirse en la naturaleza ayuda a relajarse y a redescubrirse. Túmbate en un prado oliendo la hierba, escucha los sonidos que te rodean, admira las vistas y verás que todo eso te pondrá de buen humor.

Recargar pilas

En conclusión, por si aún no te has dado cuenta, todos los consejos de este artículo van dirigidos a ti, querida lectora de Slocum Magazine. Así que, último consejo como resumen: dedícate a ti misma, disfruta al máximo de las vacaciones y aprovecha para darte algún capricho, pero sin pasarte. Desconecta, descansa y recarga las pilas.

conocer la naturaleza

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