Consejos para un verano seguro y saludable, manteniendo tu piel radiante bajo el sol.
Por Sophie Facchetti
El verano es la época ideal para disfrutar de la playa, de la piscina y de las actividades al aire libre. Sin embargo, también es la temporada en la que la exposición al sol puede ser más perjudicial si no se toman las precauciones adecuadas. En este articulo de Slocum Magazine encontrarás unas recomendaciones útiles para proteger de una forma adecuada tu piel de todos los problemas que el sol puede causar.
La exposición prolongada a los rayos ultravioleta (UV) puede provocar daños severos en la piel, como quemaduras solares, envejecimiento prematuro y, en casos extremos, cáncer de piel. Por ello, es crucial adoptar medidas de protección para disfrutar del sol de una forma segura.
Es muy importante y conveniente tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Usa protector solar. Aplica un protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, y reaplica cada dos horas, o después de nadar o sudar. Asegúrate de cubrir todas las áreas expuestas, incluyendo las orejas, el cuello, las manos y los pies.
Usa ropa ligera, posiblemente de colores claros, que cubra la mayor parte del cuerpo. Opta por tejidos de trama cerrada y por ropa con protección UV incorporada, siempre más presente en el mercado.
Busca puntos de sombra, para protegerte del sol. Durante las horas de mayor intensidad solar (entre las 10 a.m. y las 4 p.m.), procura permanecer en la sombra tanto como sea posible. Utiliza sombrillas, toldos o refugios naturales como pueden ser los arboles.
Usa un sombrero de ala ancha, para proteger tu cara, cuello y orejas, y gafas de sol con protección UV, que ayudan a proteger los ojos y la delicada piel que los rodea. Procura optar por gafas de sol de calidad, ya que unas lentes de baja calidad pueden perjudicar la salud de los ojos. Otra forma a tener en cuenta a la hora de querer protegerse del sol de forma eficaz es la utilización de los paraguas de sombra, unas herramientas que han vuelto a estar de moda y que, además de resultar útiles para la salud de nuestra piel, pueden considerarse chic.
El factor de protección solar (FPS) indica el tiempo adicional que puedes estar al sol sin quemarte. Por ejemplo, un FPS 30 significa que puedes estar 30 veces más tiempo al sol sin quemarte, en comparación con el tiempo en el que puedes permanecer al sol sin usar protector antes de que tu piel empiece a verse afectada y quemarse.
Aunque estar en el agua puede hacer que te sientas más fresco, los rayos UV pueden penetrar hasta un metro bajo la superficie, por lo que es esencial aplicar protector solar resistente al agua. Ten en cuenta el sol también en caso de cielo nublado. Los rayos solares filtran las nubes y siguen afectando a la piel, exponiéndola a posibles quemaduras.
La tecnología ha avanzado significativamente en el campo de la protección solar. Hoy en día, existen protectores solares con antioxidantes, productos específicos para diferentes tipos de piel y condiciones (como piel grasa o sensible), y hasta ropa con protección UV integrada. Estas innovaciones hacen que sea más fácil y accesible protegerse del sol de manera efectiva. En resumen, disfrutar del sol y el verano no debe estar reñido con cuidar nuestra salud. Siguiendo estos consejos y entendiendo la importancia de una correcta protección solar, puedes mantener tu piel segura y radiante durante toda la temporada. Así, podrás disfrutar de las actividades al aire libre sin poner en riesgo tu bienestar. Además, evitar quemaduras y tomar el sol de forma dosificada, permitirá a tu bronceado permanecer mucho más tiempo.
Por último, alguna curiosidad. Se dice que Cleopatra usaba ungüentos y aceites naturales para proteger su piel del sol y mantener su tez clara. Estos métodos rudimentarios pueden considerarse los primeros intentos de protección solar.
En la década de 1920, Coco Chanel popularizó el bronceado como símbolo de estatus y salud. Sin embargo, hoy sabemos que un bronceado profundo puede ser señal de daño solar, además de considerarse poco favorable en el sentido estético. En los años 80 y 90 estar muy bronceado se veía como algo favorecedor en cuanto a estética. Hoy en día, por suerte, las tendencias han cambiado Un toque de color puede añadir belleza y transmitir una imagen sana. Demasiada intensidad de bronceado queda fea.
El primer protector solar fue desarrollado por el químico suizo Franz Greiter en 1938, después de sufrir una quemadura solar mientras escalaba una montaña.