Workation: es la nueva tendencia que el mundo sinceramente no necesitaba.
Por Paulina Bernal
Trabajar estando vacaciones. Parece una contradicción, pero es algo real, que está ocurriendo de verdad. Algo que, según las estadísticas, cada vez aumenta más, preocupa más y lo consume todo en nuestras vidas.
Es la nueva tendencia (que sinceramente no necesitábamos) del verano de 2024: trabajar todo el tiempo, incluso en vacaciones, definido como trabajo.
Una encuesta internacional de la Agencia Movchan así lo afirma. La encuesta muestra que el 39% de los encuestados trabaja en vacaciones, mientras que el 15% lo hace con demasiada frecuencia.
Entre las razones de esta nueva y preocupante tendencia figuran la pasión por el propio trabajo (34%), el temor reverencial al jefe o a la empresa (26%) y el miedo a perder el empleo (29%).
La dimensión emocional se ve afectada, especialmente el equilibrio familiar. Las relaciones humanas, relegadas al tiempo libre, se dejan de lado en nombre de la cultura del «Always On». Nada más dañino para el bienestar (y por tanto para la salud) y, a medio plazo, una peligrosa amenaza también para la productividad. El riesgo de quemarse en poco tiempo es definitivamente muy alto.
El 28% de los encuestados admite haber discutido con su pareja a causa del trabajo en vacaciones, mientras que el 70% ha sufrido incluso trastornos psiquiátricos como agotamiento y depresión.
Todo ello se debe a la hiperconexión del progreso (uno de los peores males de nuestros tiempos), que otorga a todos el don de la ubicuidad, minando por encima de todo nuestro descanso, por encima de lo que debería ser nuestra prioridad en los momentos vacacionales y en el ocio cotidiano en general.
Según otra encuesta, realizada esta vez en Italia en el 2022, uno de cada diez italianos trabaja también durante sus días de vacaciones. Lo que parece haber caído en el olvido es el concepto de «día libre», degradando así el descanso a un superfluo accesorio más que a una necesidad. Sin embargo, la ociosidad no es un lujo, sino un deber imperativo para la salud psicofísica, como decíamos antes.
En una sociedad acostumbrada a categorizarlo todo, parece absurdo no saber poner límites para proteger la vida privada, algo que debería considerarse sagrado.
El respeto de los límites entre la esfera profesional y la vida privada debería restablecerse cuanto antes, a favor de una visión compartida del bienestar y del compartir con nuestros seres queridos.
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