El secreto de Velas de la Ballena es concebir cada creación como una suma de armonía y belleza que aporta a cada rincón elegancia, clase y estilo.
Por Redacción Slocum
Las velas han acompañado al ser humano desde las primeras civilizaciones. Durante siglos han sido testigos de las hazañas y creaciones de científicos, escritores y artistas. Además, han perdurado en el tiempo a pesar de la llegada de la tecnología. Al fin y al cabo, el efecto que produce una vela va mucho más allá de su luz, también aporta relajación y calma creando atmósferas íntimas y cálidas.
Las velas están asociadas a diferentes momentos de la vida que siempre vale la pena recordar.
Un referente en el ámbito de las velas es, sin duda alguna, Velas de la Ballena. Su nombre es sinónimo de calidad y belleza.
Un poquito de historia… El origen del primer taller de Velas de la Ballena se remonta a 1997, en Punta del Este, concretamente, en Punta Ballena, uno de los lugares más particulares y hermosos de la costa uruguaya. Aquí, los cálidos atardeceres y colores que ofrece el mar sirvieron de inspiración a los jóvenes hermanos Martínez Monzón.
Más tarde la marca llegó a Argentina, estableciéndose en Buenos Aires; allí conquistó el mercado y se hizo un hueco en la sociedad argentina, iluminando los eventos más relevantes, lo que se materializó en una gran repercusión mediática.
En 2002 el sueño se amplía, desembarcando en Europa, en plena Costa del Sol. Desde Andalucía, donde está ubicada su sede central, sus envíos llegan diariamente a toda España.
Recientemente, Velas de la Ballena ha inaugurado tienda en el centro de Madrid.
La marca ha escogido un local muy luminoso y amplio con más de 100 metros cuadrados y cuya decoración está conformada por las propias velas que venden.
En él está presente una de las señas de identidad de todas las tiendas que el grupo posee como es su enorme variedad de colores, formas, aromas y tamaños de velas tanto huecas como rústicas, de soja o de diseños propios.
Además, en la tienda no falta su colección de aromatizadores naturales y una gran diversidad otros productos que ayudan a crear esos ambientes únicos.
La nueva tienda se ubica en el número 3 de la madrileña calle Augusto Figueroa, una agradable calle peatonal de la capital. De esta manera, la firma vuelve a reencontrarse con su público más fiel, el de la zona de Fuencarral.
El secreto de Velas de la Ballena es concebir cada creación como una suma de armonía y belleza que aporta a cada rincón elegancia, clase y estilo. Todo lo que rodea a Velas de la Ballena es artesanía pura, desde la cera empleada hasta los soportes de las velas o los candelabros fabricados por expertos artesanos.
Actualmente, Velas de la Ballena es un referente de la decoración y se ha convertido en una de las marcas favoritas de los profesionales, ya que sus velas son las que ofrecen la mayor variedad de formas y colores del mercado.
Cabe destacar la innovación constante de la marca en nuevos productos, aportando al mercado novedades que se convierten en tendencia.
Con su gran variedad, Velas de la Ballena ofrece un producto único e ideal para dotar a cualquier espacio de una atmósfera cálida, elegante y especial. Además, existe la posibilidad de alquilar sus velas, con la ventaja de no tener que hacer un gran desembolso: únicamente se pagan las velas que queden deterioradas.
La marca ofrece su servicio de venta online y telefónica desde su fábrica central situada en Marbella. Desde aquí en 24/48 horas llegan los pedidos que, cuando son superiores a 35€, no implican gastos de envío. Se puede visitar su extenso catálogo y venta online en: Velas de la Ballena.