El mar, los ríos, los lagos nos ofrecen la posibilidad de disfrutar de actividades acuáticas maravillosas.
Por Kevin “Big Ben” Walker
Cada vez son más los estudios que relacionan una elevada esperanza de vida con la práctica constante de deporte. Entre otras cosas, el ejercicio tiene un impacto directo en el fortalecimiento del cuerpo y los músculos, pero también en el estado emocional y psicológico de las personas. No en vano, en los últimos años, cada vez más psicólogos y psiquiatras prescriben a sus pacientes la práctica de deporte como parte de su tratamiento. Pero, más allá de lo socialmente conocido, hay algunos deportes que producen mayores efectos que otros. Entre ellos se encuentran los deportes acuáticos.
Antes de destacar los beneficios que aportan estos deportes, vayamos por partes: ¿qué se entiende por deportes acuáticos? Son deportes que se practican en el agua, ya sea en la superficie, como en la natación, o debajo, como en el buceo.
Practicar deportes acuáticos conlleva muchas ventajas. Veamos ahora los principales beneficios.
Movilidad general
A diferencia de otros deportes, el ejercicio acuático facilita el movimiento de todos los músculos del cuerpo.
Capacidad cardiorrespiratoria
Algunas personas con problemas pulmonares o de capacidad cardiorrespiratoria pueden encontrar un gran aliado en ciertas actividades relacionadas con el elemento agua. Los deportes acuáticos son perfectos para mejorar la capacidad pulmonar, ya que requieren un ejercicio constante del sistema pulmonar y una coordinación mente-cuerpo continua.
Quemar grasa
Si lo que se desea es perder peso y tener un cuerpo tonificado, pocos ejercicios son tan adecuados como los deportes acuáticos. Al practicar deportes como la natación o el buceo, el cuerpo humano realiza un doble ejercicio, ya que el propio medio nos impide avanzar. Así, sin darnos cuenta, estamos realizando más esfuerzo que en otros deportes.
Postura
El trabajo de oficina o un estilo de vida sedentario provocan dolores de espalda y lumbares bastante fuertes. En este sentido, la natación permite fortalecer la espalda y mejorar la postura.
Analicemos estos deportes en el detalle, para ver cuál se ajusta más a tu idea de diversión. Cualquiera que oiga hablar por primera vez de deportes acuáticos pensará inmediatamente en todas aquellas actividades que pueden practicarse en una piscina, como la natación, pero el término deporte acuático no se limita a esto. De hecho, la categoría también incluye todos los deportes como el remo, el piragüismo o el kayak, el rafting, e incluso más deportes acuáticos como la vela o el windsurf.
El mar, los ríos, los lagos, nos ofrecen la posibilidad de disfrutar de actividades acuáticas maravillosas. Vamos a recordar algunas:
STAND UP PADDLE (SUP)
El stand up paddle, también conocido como SUP, nació en Hawai en los años 50 y ha conquistado el mundo entero. Practicar esta disciplina no es difícil, es un deporte para todos y al alcance de todos, no se necesitan habilidades físicas especiales.
El equipo principal es una tabla de sup hinchable o un sup rígido y un remo.
Si te gusta el movimiento, porque no puedes estarte quieto o simplemente porque quieres mantenerte en forma, el sup es un deporte acuático interesante para ti
Pero ¿qué es exactamente el sup? El stand up paddle es una variante del surf en la que, en lugar de cabalgar las olas en equilibrio sobre una tabla de surf, te mantienes en equilibrio sobre una tabla que manejas con un remo. Puedes moverte de un lado a otro en un modo más «de crucero» y sin aprovechar las olas ni las corrientes. O puedes surfear directamente las olas, como en el surf, pero con la ayuda del remo. Así que con el SUP puedes divertirte tanto en aguas planas como con olas.
El stand-up paddle es un deporte acuático que se puede practicar en cualquier vía navegable, en el mar, pero también en lagos y ríos. Además, el sup permite mezclas muy divertidas, que incluyen yoga y fitness.
El sup es un deporte que aporta numerosos beneficios, porque implica a toda la musculatura superior e inferior del cuerpo y tonifica los abdominales y los glúteos. Es adecuado para quienes sufren dolores de espalda causados por malas posturas, y lo único que se necesita para practicarlo es equilibrio y coordinación.
Para iniciarse en el Stand up Paddle sólo se necesita una sup y ganas de practicar.
CANOA Y KAYAK
El piragüismo y el kayak son dos tipos de embarcaciones deportivas muy similares. En ambas, uno se sienta y se propulsa mediante el uso de un remo.
La canoa es originaria de Norteamérica, de los pueblos indígenas. Originalmente, la flotabilidad necesaria para navegar en canoa era sobre las rodillas. Con la evolución de la tecnología, las cosas han cambiado y hoy, todas las canoas rígidas o hinchables del mercado permiten sentarse cómodamente.
El kayak procede de los pueblos inuit. La flotabilidad en un kayak es diferente. El kayakista va sentado y utiliza un remo con dos palas, en lugar de una sola como en el caso de la canoa. Por eso, aunque a mucha gente le encanta la canoa, el kayak es mucho más popular. En el mercado puedes encontrar muchos modelos de kayaks rígidos o incluso hinchables.
RAFTING
Practicable a todos los niveles, entre rápidos embravecidos o torrentes tranquilos, el rafting lo puede practicar cualquiera y con total seguridad: hay muchas asociaciones que organizan salidas de rafting para familias, y tanto para principiantes como para expertos. En este caso, los peligros físicos dependen estrictamente del vuelco de la embarcación, por lo que siempre es conveniente iniciar la actividad guiado por monitores y alquilando el equipo adecuado, es decir, traje de neopreno, casco y chaleco salvavidas, que deben llevarse siempre puestos hasta el final de la actividad.
SURF Y WINDSURF
En el imaginario colectivo, el surf y el windsurf son una especie de sueño para todos los amantes del mar y los deportes acuáticos, y una realidad para los más afortunados.
Quienes practican el windsurf surcan las olas utilizando una tabla equipada con una vela que aprovecha la fuerza del viento. Muy a menudo, sin embargo, las olas también ayudan a la propulsión. Se requiere un gran equilibrio, agilidad y fuerza física para dirigir la vela de la manera correcta, y también para dirigir la tabla de windsurf.
En el surf, en cambio, la propulsión sólo la proporciona la fuerza de las olas y uno se impulsa utilizando únicamente una tabla. Para el surf también se requieren buenas aptitudes físicas y equilibrio.
KITESURF
Si eres un apasionado del mar y del agua, seguro que no podrás resistirte al kitesurf. La variante más insólita del surf clásico, además de una tabla para practicar el deporte necesita una cometa para aprovechar la fuerza y la flotabilidad del viento.
Ideal para practicar con todo tipo de vientos, desde los más fuertes a los más débiles, aprender las diferentes acrobacias al borde del agua, saltos y evoluciones aéreas no es difícil. Basta con una larga fase de preparación en tierra para familiarizarse con la cometa y adaptar el cuerpo a las variaciones del viento. Es muy fácil aprender lo suficiente como para disfrutar de este deporte.
BODYSURFING
El bodysurfing es el deporte y el arte de deslizarse sobre la cresta de las olas sin utilizar ningún tipo de tabla, es decir, el cuerpo se desliza directamente sobre la superficie del agua.
Los bodysurfistas suelen ir equipados únicamente con aletas especiales que proporcionan un empuje extra y ayudan en todas las maniobras en el agua.
Aunque las aletas son prácticamente indispensables, se puede optar por acoplar a una de las manos una pequeña tabla llamada handboard, handski o handplane, que permite controlar mejor la dirección, levantar el pecho fuera del agua y reducir la resistencia del cuerpo al deslizamiento, lo que se traduce en una mayor velocidad. Esta variante del bodysurf se denomina handboarding o handsurfing.
Algunas modalidades de bodysurfing implican el uso de pequeñas tablas sobre las que el cuerpo se tumba, boca abajo. Es muy divertido y permite experimentar de cerca la energía del mar y las olas.
Para muchos amantes del surf, es la actividad más divertida y más “loca”.
BUCEO
Para los más atrevidos, o para los que adoran el mar, está el submarinismo. A diferencia del snorkel, el submarinismo es un deporte acuático que implica un descenso completo en el agua, a profundidades que varían según el nivel de destreza y experiencia del buceador.
El submarinismo o diving está al alcance de todos. Con la orientación de un buen instructor, pero también con el equipo adecuado, todo el mundo puede admirar el fondo marino, observar peces y corales, o incluso explorar cuevas submarinas.
Si quieres probar este deporte, ¡es imprescindible participar en un curso de Nivel 1!
Y recuerda: un buen centro y un buen coach son imprescindibles. La seguridad y el mejor aprendizaje posible estarán garantizados.
SNORKELING
Si prefieres observar la fauna y flora marinas nadando en la superficie, el snorkel es tu deporte acuático. Al igual que el submarinismo, el snorkel está al alcance de todos. Pero, tiene la ventaja de que no hace falta ser un experto nadador ni hacer un curso para practicarlo.
Basta con saber mantenerse a flote y saber moverse en el agua dando unas cuantas brazadas. Todo el resto del trabajo lo hará tu equipo de snorkel.
Una buena máscara de snorkel es fundamental para admirar el fondo marino. Y con un buen par de aletas específicas para snorkel podrás llegar más lejos y más rápido.
En fin, estas maravillosas y emocionantes actividades nos permitirán disfrutar a tope del verano y mejorar nuestro estado de forma. ¡Al agua, patos!