LOS TRABAJADORES DESDE REMOTO PRODUCEN MÁS, PERO A MUCHAS EMPRESAS TODAVÍA LES CUESTA ENTENDERLO

Parece ser que a muchas empresas les cuesta todavía asumir las ventajas que supone el permitir a sus empleados trabajar desde remoto, aunque esté demostrada la mayor rentabilidad generada por el Smart Working en comparación con el trabajo presencial en la oficina.

Por Paulina Bernal


En 2020, los trabajadores de medio mundo se encontraron de repente frente a un ordenador, sentados en el sillón de su casa, trabajando en Smart Working. Una vez pasada la pandemia, muchas empresas llamaron a los empleados para que volvieran a la oficina, y las grandes tecnológicas amenazaron a quienes intentaban prolongar el Smart Working, incluso empresas como Zoom decidieron abandonar la modalidad de trabajo desde remoto. Acabado el experimento, cabe preguntarse: ¿funciona el Smart Working? Como suele ocurrir, la respuesta no es inequívoca, pero un nuevo estudio publicado en Plos One intenta tirar del hilo.

Como explican los investigadores, el paso de la oficina de trabajo a la oficina en casa debe ir acompañado de una cuidadosa planificación e inversión en la calidad. Aunque, se puede tranquilamente decir que en general, los trabajadores desde remoto están más satisfechos y producen mucho más.

Un reciente informe d realizado a 2.300 empleados demostró que a más del 97% le gustaría seguir trabajando desde casa, al menos en parte. Por término medio, los empleados están dispuestos a aceptar una reducción salarial del 5% a cambio de trabajar 2-3 días desde casa. «La autonomía percibida parece ser uno de los principales impulsores de estos efectos positivos: el grado en que los empleados pueden elegir el lugar y la hora para trabajar, independientemente de sus supervisores, predice tanto la intensidad del trabajo desde casa como el rendimiento laboral, el agotamiento mental y la dedicación al trabajo», explican los investigadores.

Trabajar desde casa tiene claras ventajas, entre las cuales una mayor productividad a favor de la empres, pero no solamente eso.

Una encuesta realizada por State of the Work en 2022 reveló que, entre miles de encuestados, el 45% pensaba que el crecimiento de su carrera profesional correría peligro si decidían trabajar a distancia.

Parece ser que a muchas empresas les cuesta todavía asumir las ventajas que supone el permitir a sus empleados trabajar desde remoto, aunque esté demostrada la mayor rentabilidad generada por el Smart Working en comparación con el trabajo presencial en la oficina.

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