La Biblia es un documento imprescindible para entender la Edad Antigua, y el principio de, según la tradición, el calendario europeo. Numerosos textos históricos narran la vida de una mujer que, según las teorías, precedería a Eva.
Por Nacho Figueroa
La primera mujer de la faz de la Tierra, según este escrito, fue Eva. Pero según otros escritos de la época, estamos muy equivocados. El libro del Génesis afirma “Y de la costilla que Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Entonces dijo Adán: esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne”.
Una extendida interpretación rabínica considera que, en referencia a un versículo anterior, hubo otra mujer antes que Eva, la cual terminó por abandonar el Paraíso. Según esta tradición judía, Lilith es esa primera mujer que precedió a Eva y que se convertiría posteriormente en un demonio y la madre del adulterio. Pero… ¿por qué?
Según diferentes arqueólogos e historiadores, esta primera mujer tenía unas características que respondían a una figura mitológica, mitad humana y mitad divina, y que usaba la seducción y el erotismo como arma. Según las interpretaciones de textos antiguos, Dios formó a Lilith del mismo modo que había formado a Adán. Esta primera mujer, según lo estudiado, se rebeló contra los designios divinos y mostró un marcado carácter. Se narra cómo Lilith se resistió a estar por debajo de Adán, porque según ella misma dijo “¿Por qué he de yacer debajo de ti? Yo también fui hecha con polvo, y por tanto, soy tu igual”. Al ser forzada por Adán a obedecerle, pues era el hombre, pronunció el nombre de Dios en vano y decidió abandonar el Edén.
La historia religiosa ha tachado a Lilith, que no era más que una mujer fuerte y empoderada, de demonio rebelde y de ser el mal ejemplo que precedió a Eva, más obediente a lo que Adán esperaba de una mujer. Bien parece que Lilith era ya una mujer de pleno siglo XXI, muy adelantada a su tiempo.
Lilith se exilió a la costa del Mar Rojo, y aunque Dios envió un grupo de ángeles para exigirla que volviera con Adán, ésta se negó. Dios permitió vivir a Lilith, pero la castigó “por los siglos de los siglos” como al Ángel Caído.
La presencia del nombre de Lilith en la Biblia se limita a una única mención en Isaías 34:14, aunque resulta imposible saber con certeza si para el autor del texto era un nombre propio, o una criatura más.
También allí reposará Lilith, y encontrará su descanso.
-ISAÍAS-