Las grandes ciudades ocupan solo el 3% de la superficie terrestre, pero son responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial.
Por Jéronimo Moleque Ibañez
Ocupan solo el 3% de la superficie terrestre pero son responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial: estamos hablando de grandes ciudades.
Convertir estas ciudades en sostenibles es uno de los desafíos en la lucha contra la emergencia climática. Las dos razones principales detrás de la contaminación de las ciudades son las emisiones de los edificios y el tráfico motorizado.
A pesar de las recientes intervenciones en muchas ciudades europeas (restricciones en el acceso de los coches al centro de las ciudades, o incentivos para la movilidad ecológica, por ejemplo), el tráfico no muestra signos de disminución.
Si pretendemos liberar algunas áreas que sufren de una congestión especial, quizás lo que se debería hacer, sería aumentar el costo del estacionamiento por hora y cobrar el acceso y el tránsito en ciertas áreas. Es un tema delicado, pero es probable que hoy en día el estacionamiento se esté ofertando a precios demasiado asequibles. Y en las ciudades donde hay que pagar para acceder a las zonas centrales, los resultados han sido muy positivos en cuanto a sostenibilidad, con datos fiables y notables que han demostrado una importante mejoría de la calidad de vida y de la salud de los ciudadanos.
Además, probablemente sea necesario centrarse aún más en el transporte público. Si es eléctrico, aún mejor. De esta forma, quienes vienen de fuera y trabajan en la ciudad, no están obligados a utilizar el coche. Para ello, es necesario diseñar una red eficiente de ciclo-vías y carriles para trayectos cortos y medianos. Hace muchos años se construyeron redes de primer nivel para automóviles, ahora se debe hacer lo mismo para las bicicletas.
En conclusión, hay dos claves para reducir el tráfico urbano. Por un lado, se debe promover el concepto de “ciudad en 15 minutos”, que permita a los ciudadanos llegar a todos los servicios en pocos minutos, a pie o en bicicleta. Facilitando así el tránsito de peatones y ciclistas por las calles del centro.
Por otro lado, es fundamental mejorar la conexión entre el centro y la periferia con el transporte público y con las ciclo-vías.
La movilidad sostenible es cuando usas tus piernas además de tu cerebro.
-LUCA MADIAI-