Muchos individuos perciben el problema del cambio climático como algo muy lejano o, peor aún, como un problema insuperable. En realidad, adoptar un estilo de vida sostenible y colaborar de forma individual en la defensa del medio ambiente es algo necesario, fácil de lograr y que puede resultar de gran ayuda para todos.
Por Danyel Facchetti
Una de las preguntas más frecuentes entre las personas que se acercan al ambientalismo es: ¿qué puedo hacer para defender el medio ambiente?
Cada uno de nosotros puede hacer su parte. Si todos adoptáramos una serie de comportamientos eco-sostenibles, la disminución de emisiones necesaria para mantener el aumento de la temperatura planetaria por debajo de 1,5 / 2 ° C ya no sería un espejismo.
Pasar a un estilo de vida sostenible no es tan complicado, a pesar de los demasiados prejuicios que existen al respecto. Algunas medidas son más rápidas de aplicar, mientras que para otras se necesita más tiempo, además de un poco de organización. Pero, el cambio está al alcance de todos, incluso de aquellos que creen que no pueden permitírselo. Solo se necesita tomar las decisiones correctas.
Buscar alternativas sostenibles y plastic free a los productos de uso común, puede ser un buena idea. Hoy en día existen muchas posibilidades, desde los cepillos de bambú, los champús sólidos, las barras de jabón, pasando por las botellas de aluminio, los cosméticos ecológicos, hasta llegar a las capsulas de café rellenables o compostables, justo para hacer unos ejemplos.
Otra buena idea es adquirir productos de temporada y de cercanía (Km 0). Hoy en día, hay muchas granjas que se ocupan de la venta directa y ofrecen solo productos de temporada y km0 en los distintos mercados.
Además, las frutas y verduras, si son de temporada, son mucho más sabrosas, más saludables y, a menudo, incluso más económicas.
Una idea más: cambiar a un proveedor de energía verde. El componente energético contribuye al 25% de las emisiones a escala mundial. Al cambiar a un proveedor que utiliza solo energías renovables, apoyarás la conversión ecológica de uno de los sectores más contaminantes. Los precios de la energía procedente de fuentes renovables son ahora más que competitivos con respecto a los combustibles fósiles. Si no se tienen limitaciones económicas importantes, no es mala idea considerar la instalación de paneles solares. La inversión inicial puede llamar la atención, pero dentro de unos años se amortizará por sí sola. Dentro de poco estarán disponibles incluso en las tiendas de Ikea.
Entre las pequeñas medidas que se pueden tomar a nivel individual, está la de invertir en productos energéticamente eficientes. Las bombillas LED son un ejemplo perfecto. Cuando se necesita cambiar un electrodoméstico, se puede optar por adquirir uno que tenga la mejor clase energética. O el considerar la posibilidad de comprar una cocina de inducción. La electricidad está mucho más disponible a partir de fuentes renovables. El gas, como sabemos, es un combustible fósil y su uso debería limitarse lo más posible.
¿Y qué decir de la movilidad? Hoy en día existen muchas posibilidades alternativas al uso del automóvil. Además, las grandes ciudades más avanzadas se están adaptando de forma muy rápida al cambio, y se ha demostrado que implementar las zonas peatonales y los carriles para bicis han sido medidas que han resultado muy beneficiosas en cuestiones no solamente referentes a una mejora del medio ambiente, sino que también en todo lo que tiene que ver con la calidad de la vida, en términos de salud y económicos.
Así que dejar de abusar del automóvil y elegir la movilidad sostenible resulta una buena decisión en muchos sentidos. Recorrer la ciudad en bicicleta ya no es un problema. Y en muchos casos, al evitar los atascos y todo el tiempo perdido en la búsqueda de un aparcamiento, se llega antes en bici que en coche. Y además, se hace ejercicio. Por supuesto, también los monopatines eléctricos y el transporte público resultan unas buenas opciones en términos de sostenibilidad. En ámbito de movilidad, también existe la posibilidad de evaluar la compra de un coche eléctrico. Más allá de los incentivos, el ahorro real radica en el componente energético. Con menos de 3 euros de electricidad, un coche eléctrico tiene una autonomía declarada de al menos 250 km. Pero el efectivo suele ser aún mayor. Hoy en día, existen varias opciones que están en el mercado, desde la mítica Tesla, hasta marcas más económicas.
Y lo mismo se puede decir de las motos scooters y de las bicicletas eléctricas, dos vehículos más que aptos para moverse por la ciudad. En cuanto a las motos scooters, una opción que señalamos es Velca, una marca española de motos 100% eléctricas, perfectas para moverse por la ciudad y que cuentan con una estética y con unas prestaciones de altísimo nivel. Además, en la actualidad, todas las opciones eléctricas de movilidad, están disponibles también a través de los servicios de car sharing. En fin, no hay excusa que valga para no considerar estas alternativas a la hora de desplazarse.
Si quieres aportar tu granito de arena en la mejora del medio ambiente, no dudes en reducir tu consumo de alimentos de origen animal. Está comprobado que el impacto ambiental de las dietas vegetarianas o veganas es mucho menor que el de las omnívoras. También es muy importante dejar de comprar agua en botellas de plástico. Si el agua del grifo de tu municipio no está lo suficientemente «limpia», busca alternativas como Auara o Agua enCaja Mejor. También puedes averiguar dónde comprar una jarra capaz de filtrar el agua. La última opción es la más barata. Un filtro cuesta una media de 4 euros y puede durar incluso más de un mes.
¡Reducir, reutilizar, reciclar! Reduce la cantidad de desechos que produces tanto como te sea posible. No falles en la diferenciación entre basura y residuos. Favorece la compra de productos a granel. A la hora de pensar en como vestir, evalúa la posibilidad de dejar de comprar por comprar y sobre todo deja de comprar ropa nueva solo porque es barata. Favorece marcas que destacan por el uso de prácticas sustentables. Si eres productor de moda y quieres que tu empresa sea realmente sostenible, te recomendamos consultar las posibilidades que ofrece Slow Fashion Next, que con su metodología te permitirá transformar tu empresa en un modelo de negocio circular y diferente al “fast fashion”.
Otra sugerencia es la de consultar cuales son las empresas en España que, en la actualidad, cuentan con un certificado BCorp. BCorp es un movimiento global de personas que utilizan la fuerza de los negocios para generar impacto positivo.
Las B Corps son un modelo de empresa que cumplen con los más altos estándares de desempeño social y ambiental, transparencia pública y responsabilidad empresarial para equilibrar el beneficio con el propósito. Se trata de un conjunto de empresas que están acelerando un cambio cultural global que busca redefinir el éxito empresarial y construir una economía más inclusiva y sostenible.
La comunidad B Corp trabaja para reducir la desigualdad y la pobreza, cuidar el medio ambiente, fortalecer las comunidades y crear empleos de alta calidad con dignidad y propósito. Al aprovechar la fuerza de los negocios, las B Corps utilizan los beneficios y el crecimiento para lograr un fin mayor: generar un impacto positivo para sus empleados, las comunidades y el medio ambiente.
A la hora de orientarse hacia un estilo de vida que conlleve una perspectiva de sostenibilidad, resulta fundamental el mantenerse actualizado y contar con la información correcta. Así que lee y profundiza. Merece la pena, por el bien de todos. En este sentido te recomendamos un must para acercarte a una filosofía más green: Let my people go surfing (Que mi gente vaya a hacer surf), escrito por Yvon Chouinard, fundador de Patagonia. Un libro que ha cambiado la vida de muchas personas. Apoya a los grupos ambientalistas y vota concienzudamente. Vota por partidos que incluyan la lucha contra el cambio climático como uno de los puntos primordiales de su programa. Desconfía de los políticos que subestiman el problema del cambio climático o ven como algo inalcanzable la adaptabilidad de una ciudad a los cambios necesarios para mejorar en términos de sostenibilidad ambiental. Colabora con proyectos que se ocupan de plantar arboles.En la actualidad hay innumerables organizaciones que trabajan en campañas de reforestación. Un ejemplo que está funcionando muy bien es Reforest Project.
También a nivel de medidas gubernamentales, por fin, algo se está moviendo más allá de las promesas.
La UE y los gobiernos nacionales se han fijado objetivos precisos para orientar la política medioambiental europea hasta 2050, con el apoyo de programas de investigación específicos, normativas y financiación. Los objetivos son: proteger, conservar y mejorar el capital natural de la UE, transformar la UE en una economía baja en carbono, eficiente en el uso de los recursos, ecológica y competitiva, proteger a los ciudadanos de la UE de las presiones medioambientales y de los riesgos para la salud y el bienestar. Se está trabajando en varios frentes para proteger las especies y áreas naturales de la UE en peligro, garantizar el agua potable, mejorar la calidad del aire y la gestión de los residuos y mitigar los efectos de las sustancias químicas nocivas.
Estados Unidos ha regresado al Acuerdo de París y la nueva administración del Presidente Biden ha anunciado que su empeño en los próximos años en la lucha contra el cambio climático será inmenso.
También China (actualmente responsable de cerca del 28% de las emisiones mundiales) está dando pasos de gigante y ha aumentado de forma exponencial sus medidas y sus compromisos contra el cambio climático, con el objetivo claro de lograr la neutralidad de carbono en 2060.
Desde entonces, Japón y Corea del Sur se han sumado a lo que, según estimaciones de la ONU, son ya más de 110 países que han establecido una meta de cero neto para mediados de siglo. Siempre según la ONU, los países que se han puesto la meta de llegar al cero neto representan más del 65% de las emisiones globales, y más del 70% de la economía mundial.
Y la idea es es que esto pueda ayudar a que los rezagados en la reducción de carbono, como Brasil, Rusia, Australia y Arabia Saudita, también se animen a recortar emisiones.
Si las instituciones cumplirán con sus compromisos en la mejora y defensa del medio ambiente, y los ciudadanos adoptaremos unas costumbres más sostenibles, todo indica que habrá esperanza para el planeta y para las futuras generaciones.
La tierra proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada ser humano, pero no la codicia de cada ser humano.
-MAHATMA GHANDI-