RECOMENDACIONES PARA UNA VIDA SANA

La salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino un estado integral de bienestar físico, emocional y social. Te voy a dar 10 sugerencias, que considero imprescindibles,  para llevar una vida saludable y mejorar tu estado de forma.

Por Paulina Bernal


La salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino un estado integral de bienestar físico, emocional y social. Te voy a dar 10 sugerencias, que considero imprescindibles,  para llevar una vida saludable y mejorar tu estado de forma.

La base de una vida saludable comienza con la alimentación. Opta por una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Evita el exceso de azúcares y grasas saturadas. Opta por alimentos ricos en antioxidantes, como bayas y vegetales de hoja verde, una costumbre que puede mejorar tu salud general y fortalecer tu sistema inmunológico. No olvides de tomar bastante agua, más aún en épocas del año como la que acaba de empezar. Aléjate de los productos procesados. Acostúmbrate a leer bien las etiquetas de los productos y no dejes de informarte.

La actividad física no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también mejora el estado de ánimo y la salud mental. Intenta realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana. Esto puede incluir caminar, nadar, andar en bicicleta o practicar yoga. Encuentra una actividad con la que disfrutes, para mantener la motivación. Hay muchas opciones y para todos los bolsillos. Además, en primavera cuesta menos practicar actividades outdoor, lo que favorece el poder mantener tu estado de forma en el medio de la naturaleza, un plus a tener en cuenta.

La salud mental es tan importante como la salud física. Practica técnicas de manejo del estrés, como la meditación o la respiración profunda. Aprende a desconectar. Dedica tiempo a la reflexión personal y busca apoyo emocional cuando lo necesites.

La música tiene el poder de influir en las emociones y en el bienestar. Escuchar música relajante puede reducir el estrés, mientras que la música animada puede motivarte a hacer ejercicio. Crea listas de reproducción que te inspiren y utilízalas en diferentes momentos del día, ya sea para relajarte o para energizarte. La música tiene un poder extraordinario, casi mágico.

Pasar tiempo al aire libre y en la naturaleza tiene beneficios significativos para la salud mental y física. Realiza caminatas en parques, haz senderismo o simplemente disfruta de un día soleado tumbada en el césped. Camina descalza sobre la hierba y conecta con la naturaleza. Además, la exposición a la luz solar también ayuda a regular el estado de ánimo y los niveles de vitamina D. Eso sí, hazlo en los horarios de menos calor y procura proteger tu piel.

Las relaciones personales son fundamentales para el bienestar emocional. Rodéate de personas que te apoyen y con quienes puedas compartir tus pensamientos y sentimientos de una forma cómoda. Dedica tiempo a la familia y a los amigos, y busca nuevas amistades que compartan tus intereses. Rodéate de personas que de verdad merezcan la pena y prescinde de quienes restan.

El sueño de calidad es esencial para una vida saludable. Intenta dormir entre 7 y 9 horas cada noche. Establece una rutina de sueño regular, evitando las pantallas antes de acostarte. Un buen descanso mejora la concentración, la memoria y la salud emocional. Un buen libro acompañado de la degustación de una buena tila es un maravilloso método para acompañar tu mente hacia el descanso.

Participar en actividades creativas, como la pintura, la escritura o la danza, puede ser muy terapéutico. Estas actividades no solo son una forma de expresión, sino que también estimulan la mente y pueden aliviar el estrés. Encuentra un pasatiempo que te permita disfrutar y dedícale tiempo regularmente.

Las mascotas pueden ofrecer compañía, amor y apoyo emocional. Cuidar de un animal puede reducir el estrés y la ansiedad, y fomentar un estilo de vida más activo. Si estás en condiciones de tener una mascota, considera lo que implica y cómo puede enriquecer tu vida.

Incorporar la gratitud en tu vida diaria puede mejorar tu bienestar emocional. Dedica unos minutos cada día para reflexionar sobre lo que agradeces, ya sea en un diario o simplemente en tu mente. Esta práctica puede cambiar tu perspectiva y ayudarte a enfocarte en lo positivo, incluso en momentos difíciles.

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