AMOR Y RISAS PARA UNA RELACIÓN SALUDABLE

Las risas tienen un impacto profundo en nuestras relaciones amorosas, ayudando a fortalecer los lazos y a enfrentar los desafíos de la vida .

Por Joana Cachoeira Machado


Reír juntos es un componente esencial para la salud emocional de una relación. Estudios recientes revelan que el humor puede ser una herramienta poderosa para manejar conflictos y reforzar la conexión entre los amantes. Sin embargo, no todos los tipos de humor son igual de efectivos.

La risa es un fenómeno universal que trasciende culturas y épocas. En el marco de las relaciones amorosas, el humor se erige como una herramienta fundamental que no solo aporta alegría, sino que también fortalece los vínculos emocionales. Numerosos estudios psicológicos y neurocientíficos han demostrado que el humor, lejos de ser un mero entretenimiento, es un recurso valioso que puede mejorar nuestra calidad de vida y, en especial, nuestras relaciones de pareja.

Aunque comúnmente consideramos el humor como algo trivial, en realidad es un fenómeno complejo que está influenciado por diversos factores, incluidos los contextos culturales. Dos investigadores, Rod Martin y Thomas Ford, definen el humor como cualquier cosa que las personas dicen o hacen que sea percibida como divertida y que provoca risa. Este proceso no solo involucra lo que se dice, sino también cómo lo recibe el público, lo que implica una interacción significativa con nuestros procesos psicológicos.

Desde tiempos inmemoriales se ha reconocido que la risa tiene un impacto positivo en la salud. Pero ¿qué tipo de salud? Principalmente, se trata del bienestar psicoemocional. Según Andrea Samson, en su introducción al libro El cerebro que ríe de Mirella Manfredi, el humor funciona como un mecanismo eficaz para distraernos de pensamientos negativos. Esto incluye la absorción pasiva de contenidos humorísticos en redes sociales, donde videos y memes abundan.

Además, el humor puede ser utilizado de manera estratégica a través de lo que se conoce como «revaluación humorística». Este concepto se refiere a la reinterpretación de un evento o emoción desde una perspectiva más positiva, permitiéndonos manejar mejor situaciones que nos han causado enojo o tristeza. Así, el humor se convierte en una forma de ver el vaso medio lleno, en lugar de medio vacío.

Ya en la prehistoria, el humor y las risas podrían haber jugado un papel crucial en la cohesión social, facilitando la unión y el apoyo mutuo entre los miembros de un grupo.

En una primera cita, el humor se convierte en un factor determinante. La figura de una persona graciosa y divertida suele atraer más, como confirman algunos estudios.

Es evidente que la percepción de lo que se considera divertido ha cambiado con el tiempo. Lo que antes podían ser chistes sobre grupos minoritarios hoy se considera inaceptable para la mayoría. En el ámbito de las relaciones amorosas, no todas las bromas aumentan nuestro atractivo. La ciencia ha dejado claro que solo el humor «afiliativo» es el que realmente funciona en este sentido. Este tipo de humor fomenta la cooperación y está alejado de comentarios agresivos o discriminatorios.

Asimismo, a diferencia del sarcasmo, que conlleva riesgos, el humor afiliativo puede ayudarnos a resolver conflictos de pareja, llevando a una mejor resolución de desacuerdos. Las parejas que ríen juntas permanecen juntas, y el tipo de humor que utilizan puede ser la clave para mantener la armonía y la conexión emocional.

Obviamente, el alto valor añadido que implica la risa en las relaciones es algo que se puede aplicar tanto en la amistad como en las relaciones de pareja

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