El azul es utilizado por numerosas empresas y marcas para transmitir confianza, responsabilidad y calma. Un color importante dentro de la comunicación corporativa.
Por Nacho Figueroa
El color azul es uno de los colores primarios más importantes. Pertenece a la gama cromática de los colores fríos y se asemeja a la coloración más característica del lapislázuli –de ahí su nombre–. Existen más de 100 tonalidades de este color que pueden ser percibidas por el ojo humano; entre ellas el cian, celeste, azul marino, azul de Prusia y un largo etcétera.
El azul en sus diferentes tonalidades, suele tener una simbología ligada a la inocencia y a la pureza –el azul cielo, el agua, la calma…– aunque bien es cierto que el azul oscuro tiene una acepción más madura y dura –como el oleaje, las tormentas, etc.–.
Según diferentes estudios psicológicos, el color azul suele vincularse con la introspección, la calma, la serenidad y la timidez, y en el ámbito del marketing su significado es prácticamente idéntico.

El color azul se utiliza tanto en la psicología como en la identidad visual corporativa para representar la calma y la responsabilidad, principalmente. Valores que tienen que ver con la independencia, la confianza, la responsabilidad y cero agresividad. Los tonos más claros de la gama cromática del azul representan la inocencia, la pureza y todo lo relacionado con lo refrescante y lo agradable. Los tonos más oscuros presentan fortaleza y gran presencia de marca.
El significado de este color depende mucho de las diferentes tonalidades. En general, se asocia con estabilidad, lealtad y confianza. Por esta razón el azul es muy utilizado por aquellas marcas o empresas que quieren transmitir confianza, credibilidad, verdad y poder: compañías de seguros, hoteles, empresas dedicadas a la informática, redes sociales –como Twitter, Skype, Facebook–.

Está científicamente comprobado que el color azul contribuye a la mejora del estado de ánimo y a la salud mental. De hecho, junto al color blanco suele ser utilizado en hospitales, escuelas y en prácticas de meditación. También suele aparecer en zonas de descanso de oficinas, zonas comunes, etc. y se emplea en habitaciones y dormitorios porque se vincula con una mayor percepción de la tranquilidad, facilitando así el sueño.

Como curiosidad, el color azul lo posee en los ojos únicamente el 8% de la población mundial. Un estudio realizado por el profesor Hans Eiberg demostró, tras un análisis genético de miles de personas, que la causa de los ojos azules fue una mutación genética sufrida por un solo individuo hace unos 10.000 años en el Este de Europa. Este experimento explica por qué se produce una tan alta concentración de personas con ojos azules en Europa del Este –por ejemplo, en Ucrania el 55% de la población tiene los ojos de este color–.
Nunca me canso del cielo azul.
-VINCENT VAN GOGH-
