EL FALSO MITO SOBRE LA MEMORIA DE LOS PECES

Se han realizado diferentes estudios referentes a la memoria de los peces para desmontar el famoso mito acerca de estos amigos del mar.

Por Nicolás Fonseca Rivas


Todos hemos oído alguna vez la expresión “memoria de pez”, o nos recuerda esto al famoso personaje Dory, coprotagonista de la película “Buscando a Nemo” que sufre “pérdidas de memoria a corto plazo”. Pero… ¿por qué se ha pensado siempre que los peces tienen poca memoria?

Popularmente se piensa que los peces tienen una capacidad de memoria de unos 30 segundos, pero numerosos estudios han confirmado que, lejos de la realidad, estos animales pueden recordar diferentes asociaciones hasta doce días después de haberlas aprendido e interiorizado.

En 2003 algunos investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad Plymouth de Inglaterra enseñaron a los peces un experimento parecido a la famosa Caja de Skinner. Cada uno de esos peces fue entrenado para entrar en una zona concreta de su acuario tras haber recibido una determinada recompensa –en ese caso, comida–. Tras realizar el entrenamiento durante tres días, se dio a los peces un descanso de doce días. Pasado este descanso, volvieron a realizar el entrenamiento.

Los investigadores pudieron comprobar en ese momento que, aun tras doce días sin realizar el ejercicio, los peces mostraban una clara preferencia por el área asociada a su premio: la comida. Es ahí donde se dieron cuenta de que los peces recordaban experiencias anteriores al entrenamiento, durante al menos doce días.

Para aquellos peces que viven en estado salvaje, con numerosos depredadores a sus espaldas, asociar la comida al lugar donde aparece es vital para su supervivencia. Tanto es así que los peces que recuerdan esto, tienen una ventaja evolutiva sobre aquellos que no lo recuerdan.

Además, según un estudio realizado por la Sociedad de Biología Experimental del Reino Unido, los peces no solo recuerdan un lugar concreto, sino también pueden llegar a memorizar formas, colores, sonidos… incluso la cara de sus cuidadores.

Ahora, si alguien te dijera que tienes memoria de pez… ya sabes que puedes darle las gracias por el halago.


La memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados.
-JEAN PAUL-

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