Un número cada vez mayor de personas quiere un hogar favorable para el medio ambiente y basado en el ahorro energético. Veamos cuáles son las características de una vivienda sostenible.
Por Paulina Bernal Ayala
Hablamos de la construcción sostenible en defensa del planeta. La construcción sostenible está cada vez más a favor del medio ambiente. El diseño arquitectónico se enfrenta al mundo de la construcción ecológica ya no como una opción, sino como una necesidad, y como un deber hacia nuestro planeta.
La edificación ecológica es la disciplina dedicada a la construcción de edificios que más está avanzando, e implica diseñar, construir y vivir la casa de acuerdo con los dictados de la sostenibilidad.
La vivienda sostenible debe poder cumplir con todos los estándares de confort moderno, sin sobrecargar el equilibrio medioambiental en cuanto a los materiales utilizados, necesidades energéticas, ubicación geográfica y consumo de agua.
Un hogar sostenible debe diseñarse para garantizar un uso racional de los recursos. No deberían faltar los sistemas de gestión y automatización para el ahorro energético, así como los sistemas para la autoproducción de electricidad.
Hablamos de las características. Los principios que rigen el diseño de edificios hacen referencia a algunas características que debe tener la vivienda sostenible para ser definida como tal.
Un hogar sostenible utiliza energías renovables.
El sol es la fuente de energía más antigua que tenemos: en solo una hora, la Tierra recibe del sol una cantidad de energía equivalente al consumo mundial de un año.
Con un panel solar es posible producir agua caliente y satisfacer las necesidades domésticas. Además, la refrigeración solar puede enfriar la casa en verano y calentarla en invierno.
Acerca de los electrodomésticos y de una iluminación ad hoc, es importante subrayar que la iluminación representa el 20 por ciento del consumo mundial de electricidad.
Las lámparas LED, incluso si cuestan 10 veces más que las bombillas halógenas o incandescentes, duran de 8 a 10 veces más, y consumen mucho menos.
Quienes viven en un hogar sostenible pueden contribuir a la causa apagando las bombillas que no se necesiten; de esta forma una familia podría llegar a ahorrar hasta unos 60 euros al año.
Para ahorrar aún más, puedes contar con la domótica, con temporizadores o sensores que regulan el encendido y el apagado de las lámparas.
Un hogar sostenible para el medio ambiente está bien aislado, y no tiene pérdidas de calor.
Una casa sin aislamiento aumenta los costos de calefacción y aire acondicionado. El aislamiento permite reducir drásticamente el consumo de energía.
De hecho, la mayoría de los principios de la arquitectura sostenible se centran en garantizar un buen aislamiento para reducir las necesidades energéticas de toda la estructura del edificio. En este sector, el material de construcción, y la presencia de un envolvente del edificio adecuadamente diseñado, son de fundamental importancia.
Además, una casa eco está diseñada para manejar bien los desechos.
Es muy triste, pero en España somos todavía muy pocos los que separamos los residuos.
Según el Informe EEA sobre la gestión de residuos orgánicos en Europa, estos son los países que mejor lo están haciendo, y que aparecen el las diez primeras posiciones en el ranking actual referente a la gestión de residuos orgánicos en Europa:
Austria, Eslovenia, Bélgica, Alemania, Suiza, Suecia, Italia, Luxemburgo, Holanda y República Checa.
Actualmente España ocupa el puesto número 29 entre los 33 países que aparecen en el ranking.
Es un dato muy decepcionante. Una casa inteligente, verdaderamente ecológica, puede ser de gran ayuda para mejorar este resultado, ya que pone a sus habitantes en condiciones de gestionar los residuos de forma sencilla. En la cocina dispone de compartimentos ad hoc para realizar la recogida selectiva sin tener que guardar bolsas y papeleras aquí y allá.
Lo ideal es que una casa sostenible tenga un espacio verde, un jardín vertical o un huerto en el balcón donde se pueda cultivar y consumir a km cero. La cubierta verde extensiva o intensiva es una solución óptima para la casa sostenible que se levanta en la ciudad.
La cubierta verde, además, ofrece un excelente grado de aislamiento para la cubierta, da aire limpio alrededor del perímetro de la casa, y nos ayuda a hacer del mundo un lugar mejor.
En condiciones ideales, una casa sostenible debe tener entre el 30 y el 40 por ciento de la superficie bruta orientada al sur, para maximizar la radiación solar en el invierno y evitar el sobrecalentamiento en el verano.
No solo es importante la exposición: una casa ecológica, diseñada para tener un bajo impacto ambiental, debe construirse en un contexto paisajístico adecuado.
Una casa ecológica nunca debe ser cómplice de la edificación no autorizada, o la causa de la erosión costera, del consumo del suelo … es mejor sustituir los edificios antiguos con un permiso de demolición, que ocupar nuevos terrenos.
Una vivienda sostenible debe construirse con materiales de bajo impacto ambiental. Nos referimos a materiales no tóxicos, seguros para la salud de los habitantes y para el medio ambiente. De los materiales, durante la fase de su diseño, también será necesario evaluar la duración o la garantía de rendimiento térmico. Muchos materiales aislantes tienden a perder rendimiento en 10 a 20 años, y es muy poco para una casa.
Por último, si todavía no lo has leído, te recomendamos leer este otro artículo dedicado a sostenibilidad: UNA CIUDAD MÁS VERDE, MÁS CONFORTABLE Y MÁS SOSTENIBLE.
Nuestro mayor desafío en este nuevo siglo es adoptar una idea que parece abstracta: el desarrollo sostenible.
-KOFI ANNAN-