Autenticidad, entusiasmo, y un mercado inclusivo, sin fronteras. Es el discurso simple y sincero que ha llevado a Deus ex Machina a convertirse en una autentica filosofía, y en la marca más cool del planeta en la actualidad. Todos son bienvenidos bajo el techo de Deus, donde simplemente se respeta la honestidad y el disfrute.
Por Redacción Slocum
Deus ex Machina rugió en la conciencia cultural de Australia en 2006, con algunas motocicletas cuidadosamente customizadas y la idea curiosa de que hacer algo es más divertido que simplemente poseer algo.
Deus («day-us») no se propuso solo vender piezas personalizadas y motocicletas hechas a mano, sino celebrar una nueva cultura de la creatividad, a través de la sala de exposiciones y de la cafetería de su sede en Sídney, que se convirtió de inmediato en un autentico santuario para el ingenio y para el honesto arte industrial de la calle.
La filosofía Deus recuerda a una época antes de que las diversas actividades de la diversión (motociclismo, surf, skateboarding, lo que sea) se comercializaran en facciones fundamentalistas. Todos son bienvenidos bajo el techo de Deus, donde simplemente se respeta la honestidad y el disfrute.
Inclusividad, autenticidad, entusiasmo. Es un discurso simple y sincero que ha llevado a Deus ex Machina a convertirse en una autentica filosofía, y en la marca más cool del planeta en la actualidad.
La filosofía de Deus ex Machina parece ir en contra de la sabiduría convencional del mundo del marketing. Cualquier marca de bicicletas, cualquier tabla de surf, hasta algunas reliquias de las construcción de viviendas, son abiertamente apreciadas en el “Templo del Entusiasmo” de Deus ex Machina.
En efecto, Deus ha creado un mercado amplio y sin fronteras mediante el marketing «anti-marketing» (En Deus ex Machina se aprecia a la ironía, casi tanto como el hierro).
Deus ex Machina ofrece a sus clientes una cultura abierta y accesible, en la que un coche tragamonedas heredado de la década de 1960, un tanque de combustible o una motocicleta customizada Deus pueden conmover el alma por igual.
La creación de Deus ex Machina en 2006 fue una respuesta a la creciente inquietud por la sociedad moderna acostumbrada a todo lo que fuera desechable. Deus señaló el anhelo de una época más simple, más auténtica, en la que una máquina valía mucho más que la suma de sus partes.
Eso es porque las cosas se hicieron, repararon, mantuvieron y modificaron.
Se construyeron relaciones y respeto. Entre hombre y máquina. Entre experto y entusiasta. El conocimiento y los momentos divertidos se compartieron de forma libre y lúdica.
Algo que no solemos ver en la moda “a corto plazo”.
Deus ex Machina es mucho más que una marca: es una cultura.
Su apertura y entusiasmo tocan las fibras más sensibles de las personas, dondequiera que se encuentren en el planeta.
Hombres y mujeres de todo el mundo conocen la necesidad de jugar con algo brillante.
Deus es mucho más que motos. Son los ciclistas que construyen proyectos con piezas de Deus; son los surfistas en las reuniones de intercambio comprando camisetas y pantalones cortos; son ciclistas que van a desayunar en el “Templo del Entusiasmo”. Y, cada vez más, son personas de todo el mundo virtual que se identifican con una filosofía que pueden aplicar con la misma facilidad a los automóviles personalizados o a los relojes antiguos.
Deus ex Machina dice simplemente que no hay una «manera correcta» de hacer el individualismo, es todo el mismo jugo.
La franqueza y en entusiasmo de la marca australiana ha extendido por todo el planeta un nuevo sabor de posmodernismo internamente combustible.
Según palabras de Dare Jennings, fundador de Deus ex Machina: “La filosofía de Deus evoca una era que se desarrolló antes de que varias actividades que perseguían la libertad –el motociclismo, el surf, el skateboarding, entre otras- fueran comercializadas a través de diferentes facciones fundamentalistas. Todos son bienvenidos bajo el paraguas de Deus”.
Dare Jennings fundó y “alimentó” la marca Deus hasta convertirla en un verdadero ícono gracias a lo que había conseguido en 2000 con la venta de su primera creación, Mambo, una empresa de ropa de surf.
En su momento, su intuición le había permitido llenar un vacío en el mercado y combinar sus dos pasiones: el surf y las motos.
Es difícil participar en un evento dedicado a las dos ruedas, sobre todo custom, y no ver a alguien con una sudadera o una prenda con la marca Deus.
Existen muchos factores que hacen que la de Deus ex Machina sea una historia de éxito, pero la empresa también tiene otro mérito, el de haber reinvertido en los últimos años lo que ha ganado para crecer.
En pocos años Deus Ex Machina ha revolucionado por completo el concepto y el estilo del mundo de la motocicleta, a través de nuevas connotaciones en el fenómeno del vestuario. Un éxito que ha llevado a la marca australiana a expandirse por el mundo.
Todo comenzó con Rod Hunwick, neozelandés residente en Australia, propietario de Action Moto, y Dare Jennings (ex discográfico y fundador de Mambo), a los que se han sumado otros dos socios a lo largo de los años.
La idea detrás de Deus Ex Machina está profundamente ligada a la complementariedad que siempre ha existido en Australia y Estados Unidos entre el mundo de las motos y el del surf: una mezcla que nace básicamente en la filosofía del mantenerse ocupado, surfear por la mañana y, cuando las olas se acaban, arreglar motos antiguas. Se trata de dos experiencias individuales que reflejan libertad, ilusión, adrenalina, y que se traducen en un estilo de vestir alejado de los cánones clásicos.
Para definir Deus Ex Machina se podría decir que es una marca de surf extendida al ámbito de las motos. O lo contrario.
Cada lugar Deus ex Machina en el mundo desarrolla nuevos proyectos de acuerdo con las demandas del mercado y con la tipología de su clientela, manteniendo las características comunes ligadas al sentimiento original de la marca. Esto es lo que permite a Deus Ex Machina evolucionar continuamente sin dejar de ser reconocible.
Sus modelos, las estampas de sus camisetas, el estilo radicalmente cool de cada una de sus creaciones, ya son iconos sin fronteras.
Además, no hay que olvidar que Deus Ex Machina es también y sobre todo la personalización de motos, una actividad que ha llevado a la marca a colaborar con empresas como Yamaha y Ducati (para la casa italiana crearon la primera versión oficial personalizada de la Scrambler).
En la cultura europea el término «deus ex machina» deriva del teatro antiguo. En cambio, en la visión de Rod and Dare, Deus ex Machina significa «dios está en la máquina».
De ahí el celebre lema de la marca: “In Benzin Veritas”.
Para más información: DeusCustoms.
Buscad vuestra alma, iros a oler el viento, iros de aquí, lejos.
-JACK KEROUAC-