Con experiencia en estilismo para televisión, revistas y conciertos, hoy Eva se dedica a ayudar a las personas a encontrar su estilo personal y a mejorar su imagen a través del personal shopping.
Por Estíbaliz Cazorla
Eva Sanvivas es Personal Shopper. Y aunque comenzó su carrera en el mundo de la comunicación audiovisual, pronto descubrió que su verdadera pasión estaba en la moda. Su objetivo es que cada persona se sienta cómoda y segura con su apariencia, logrando un cambio que va más allá de la ropa.
En Chaladas por la Moda, su colaboración con SLOCUM Magazine, Eva da rienda suelta a su lado más creativo y cercano. Junto con Alejandra Del Corral, su compañera de columna, comparte anécdotas, consejos y reflexiones que convierten la moda en una conversación tan divertida como transformadora.
Para Eva, la moda no es solo una cuestión de tendencias, sino una herramienta muy poderosa de expresión, empoderamiento y conexión. En momentos en los cuales a menudo nos sentimos invisibles, nos recuerda que nuestra mejor versión ya está dentro de nosotras, solo se necesita un poco de ayuda para sacarla. Y no se le ocurre una mejor forma que a través de la moda.
– Slocum Magazine: Eva, comenzaste en comunicación audiovisual, pero terminaste asesorando a personas con su estilo. ¿Cuándo te diste cuenta de que la moda era tu camino?
– Eva: Desde siempre me gustó el mundo de la moda y la imagen. La verdad que no sabría decirte cuándo me di cuenta, lo que siempre tuve presente es que la moda y la imagen me gustaban y quería dedicarme a algo que tuviera que ver con ello. Quizá fue en mis viajes. Vi que acertaba con lo que compraba, y que siempre volvía con alguna prenda de ropa como souvenir y eso debía de significar algo… Aunque creo que disfrutaba tanto con ello que nunca pensé que comprar para otros se convirtiera finalmente en mi profesión.
En mi trabajo como asesora de imagen y personal shopper abarqué mucho más que comprar. Asesorar y recomendar siempre lo mejor para el cliente es mi fuerte.
– S: Has trabajado tanto para televisión como para prensa. ¿Cuál dirías que ha sido el momento más emocionante de tu carrera hasta ahora?
– E: Por suerte he tenido muchos momentazos. Conocer a personas destacadas del mundo del espectáculo, el deporte, la música… sin duda han sido todos momentos emocionantes. Me tocaba vestirles o maquillarles.
He de decir que, cada experiencia en cada uno de esos medios me ha llevado a aprender y a descubrir todo lo que implica el increíble trabajo que hay detrás de cada programa o reportaje. Una parte que no se ve en pantalla ni en las páginas de las revistas. Yo diría que es la parte más importante para ese resultado de 10 que siempre se busca.
– S: Muchas personas sienten que su armario no las representa, y como personal shopper, imagino que vives muchas transformaciones. ¿Cuál es el primer paso para vestir de forma acorde a como realmente eres? ¿Hay alguna historia de cambio que te haya marcado de forma especial?
– E: El primer paso, sin duda, es pararte y preguntarte, “¿me gusta lo que veo en el espejo?”, “¿qué me gustaría cambiar?”, “¿por qué?”. Se trata de conocerte y saber que te gusta y cómo te gustaría sentirte. El siguiente paso es ponerse manos a la obra con todo lo que la moda nos ofrece para ello. Conocer quién eres, qué te gusta, qué no, qué quieres trasmitir, ayuda tanto al cliente como al profesional a poner las bases para esa transformación posterior a través de la ropa, pelo, maquillaje, etc.
Para ello, lo primero y más importante, antes de meternos en comprar o seleccionar ropa, es hacer un estudio completo de imagen. Esto consiste en un estudio de color para conocer la gama cromática que va mejor con la persona, y un estudio morfológico para conocer su cuerpo. Cómo es, qué nos gusta de él, qué no y por qué, y así ver qué tipo de prendas y formas le sentarán mejor y qué elegiremos a la hora de seleccionar la ropa. Además, es imprescindible una entrevista personal para conocer por qué ha acudido
a un personal shopper, lo que quiere conseguir, lo que le gusta, y lo que no, en cuanto a prendas o estilos. Averiguo con eso qué necesita, dónde suele comprar e incluso si tiene algún presupuesto aproximado para ello o no.
Sin todo esto, hacer un shopping es más complicado, porque vas casi a ciegas, aunque también se puede. Todo depende del cliente de sus necesidades. Digamos que si queremos un cambio, debemos empezar por el principio, y eso sería justamente la asesoría integral de imagen. Hay muchas personas que me han contactado con el tiempo para decirme cómo su entorno había notado su cambio para bien y se lo habían dicho.
Incluso me han confesado, en alguna ocasión, que no habían dicho que habían acudido a un profesional de la imagen para evitar ser juzgados. La realidad es que, aunque cada día es algo más habitual, como tener entrenador personal para mejorar tu cuerpo o a nutricionista para llegar a objetivos de peso, acudir a un personal shopper para algunas personas es innecesario.
Hay una idea extendida sobre que ir de compras sabemos todos, pero… ¿realmente es así? Diría que no. Una persona que no es profesional te va a aconsejar en base a sus gustos personales, pero no en base a los tuyos, ni a lo que le sienta mejor a tu cuerpo, simplemente porque no lo sabe ni lo tiene que saber.
Para mi, todas las historias marcan y motivan a seguir haciendo eso que tanto me gusta, ayudar a que las personas se sientan mejor con su imagen y se gusten más. Muchos vuelven a contactarme para contarme cómo han cambiado y que, gracias a su trabajo conmigo, ha cambiado muchas cosas de su vida.
– S: Por lo que cuentas, dejas claro que la ropa tiene un impacto directo en la autoestima. ¿Cuál es el error más común que hace que la gente no se sienta bien con su imagen?
– E: No ocuparse de ella misma. Al final, para vernos bien, sin duda tenemos que invertir tiempo y ganas.
Verse bien no es tener que vestir de traje, ni llevar tacones a todas horas. Verse bien está muy relacionado con quererse bien y querer tener una imagen acorde a lo que te gustaría ver cuando te miras al espejo. No es algo complicado, ni tampoco requiere mucho tiempo, pero es algo que no cae del cielo, como nada en la vida.
Cada persona es única y no hay que pretender ser otra, porque es muy agotador en todos los sentidos. Con ser una misma está perfecto. Te puedes inspirar, puedes llevar la misma prenda que has visto en un look ya montado, pero cada persona por el hecho de ser ella misma la defenderá y llevará de manera única. Y eso es lo bonito. Cuando una persona va vestida de alguien que realmente no es, se nota. Hay que ser honestos con nosotras mismas y ver qué es lo que nos gusta de nuestra imagen para potenciarlo. Y lo mismo con lo que no, para cambiarlo si se puede. Sobretodo, ver la manera de que no nos afecte.
– S: Entonces, comprar ropa puede ser un placer o, casi un desastre, ¿no? ¿Tienes alguna regla de oro o método para evitar las compras impulsivas y elegir lo que realmente suma?
– E: Por supuesto. Como muchas otras cosas, comprar bien tiene sus reglas, y se basan en saber elegir de acuerdo a lo que sabemos que nos sienta bien, ya sea por los colores que nos favorecen, como por el tipo de prenda que sabemos que nos sienta como un guante. Por ejemplo, si sabemos qué tipo de vaquero es más acorde a nuestro tipo de cuerpo y nos estiliza más, a la hora de comprar elegiremos de ese tipo. Ya el momento probador no será un momento frustrante. Seleccionaremos bien desde el principio.
Si no es así, puede que pasemos al probador con varios pantalones, por ejemplo, y si se da el caso que ninguno nos queda bien ni nos favorece, la frustración llega, nos enfadamos, compramos por comprar y sentimos que hemos perdido el tiempo y el dinero. Ahí es cuando nace el sentimiento de «no me gusta ir de tiendas”.
Pero, si al comprar elegimos basándonos en lo que sabemos que nos sienta bien y nos favorece, la experiencia será totalmente diferente y no nos invadirá el rechazo. No hay que comprar compulsivamente, como tampoco comer compulsivamente, por ejemplo. Hay que comprar con cabeza, sabiendo que si metemos algo al armario, es porque nos gusta, nos queda bien, encaja con nuestro estilo, tiene varias opciones de looks y lo queremos estrenar ¡Ya! Si no, la compra será un desastre y quedará olvidada al fondo del armario.
– S: Y Eva, por último. En cuanto a sostenibilidad, la moda sostenible está en boca de todos, probablemente me atrevería a decir que en la normalidad de muchos, pero ¿cómo podemos empezar a ser más conscientes sin que suponga un desajuste?
– E: Digamos que la moda sostenible está cada vez más de moda. Y lo está porque por suerte somos más conscientes de lo que nuestros actos provocan en la naturaleza. Creo que no hay que volverse loca ni estudiar con lupa los tejidos con los que está hecha cada prenda. Yo propondría comprar de forma consciente. No estoy muy a favor del fast fashion en absoluto, pero existe. Y existe porque la sociedad lo demanda. Incluso yo a veces caigo en eso.
Debemos ser conscientes de que la moda es una de las industrias que más contamina y, si no se hace bien, los efectos serán irreversibles para el planeta. Tomar conciencia de ello y comprar variado, pero con cabeza. Apostando más por la calidad que por la cantidad y eligiendo prendas bien hechas y de buena calidad. Lo cual se reflejará en nuestro armario y en nuestra imagen.
A Eva no le interesa disfrazar a nadie, ni dictar normas rígidas sobre estilo. Lo suyo va de verdad, de mirarse al espejo y empezar a gustarse. De entender que la ropa no es una armadura ni un escaparate, sino una herramienta para reconocerse, para contar quién eres sin tener que explicarlo.
Cuando alguien se siente bien con lo que lleva, lo que se ve no es la ropa: es la persona.
Más sobre Eva en: @sanvivas_shopper
Info de contacto: en sombrerounico.es y en info.evasanvivas@gmail.com
Estíbaliz Cazorla es experta en Identidad Verbal para marcas, y Fundadora de Mirar para Crear