La rareza, forma y textura de la piña, o ananás, hicieron de este fruto un símbolo de riqueza y poder.
Por Alexandra “Bunny” Noguera
Hoy en día, la piña es un fruto común que puede encontrarse a la venta en cualquier supermercado. Sin embargo, en el siglo XVIII, su forma y su textura hicieron de esta fruta un símbolo de riqueza y poder.
Originaria de Sudamérica, la piña fue descubierta por los europeos, gracias a Cristóbal Colón, quien se topó con ese fruto durante uno de sus viajes al Nuevo Mundo. Cuando el explorador genovés las trajo a España, muchos europeos, especialmente entre la nobleza, quedaron fascinados por este manjar. Por primera vez, se encontraron con una fruta rara y extremadamente hermosa, y los artistas empezaron a incorporar piñas en sus obras.
La piña llegó a Inglaterra en el siglo XVII y, en el XVIII, ser visto con una piña se convirtió en un indicador inmediato de gran riqueza, ya que una sola fruta costaba el equivalente de 8.000 dólares actuales. De hecho, la fruta era tan codiciada y rara que la gente solía alquilar piñas para presumir de ellas ante los demás invitados en las fiestas.
El ananás o piña es un fruto compuesto (formado por la unión de los frutos de varias flores alrededor de un eje carnoso), de gran tamaño, con cáscara gruesa y dura, con escamas de color marrón y que tiene en uno de sus extremos un conjunto muy vistoso de hojas verdes. Se trata de un fruto muy apreciado por su exquisito sabor y por sus virtudes terapéuticas. La piña es abundante en potasio, yodo y vitaminas A, B y C. Contiene un 85% de agua, hidratos de carbono y fibra.
Es recomendable en dietas adelgazantes. Además, la piña impide la agregación plaquetaria, con lo cual evita que la sangre se coagule y, de esa manera, previene las embolias y los infartos del corazón. Entre sus muchas virtudes, la piña está recomendada en el tratamiento se padecimientos tales como: retención de líquidos (ya que actúa como diurético), problemas de tránsito intestinal y estreñimiento (por su gran poder laxante), hipertensión, colesterol y anemia. También resulta muy útil en casos de Intoxicaciones (ya que funciona como depurador), trastornos del sistema inmunológico, problemas degenerativos y cardiovasculares, mala circulación sanguínea, obesidad y problemas en el crecimiento óseo, tejidos y sistema nervioso en los niños.
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