París, la ciudad del amor, la elegancia y el arte, fue el escenario de mi viaje inolvidable para Slocum Magazine.
Por Jimena Fernández
Tres días en París, una de las ciudades más románticas y poéticas del mundo, un sueño hecho realidad. Acabo de llegar y París se está despertando. Sus calles empedradas cuentan historias antiguas, mientras el río Sena abraza sus secretos y aquellos de muchos enamorados y artistas. En cada rincón, un aroma a café y croissants flota en el aire, invitando a perderse en la magia de sus cafés. Camino al hotel pasamos cerca del majestuoso Louvre. Paro el taxi, justo el tiempo de una foto.
Primera etapa: el hotel. Me alojo en el Le Meurice, ubicado en la Rue de Rivoli. Se trata de un hotel emblemático, que combina la elegancia del siglo XVIII con un diseño contemporáneo. Nada más bajar del taxi me quedo atónita con el esplendor de la fachada, una autentica obra maestra arquitectónica, adornada con detalles clásicos y grandes ventanales. Al entrar, me encuentro en un majestuoso hall, donde la opulencia se manifiesta a través de candelabros de cristal y frescos impresionantes que evocan la grandeza de la historia parisina.
Después del check in, accedo a mi habitación. Es una suite. Slocum Magazine me trata bien. La habitación, un verdadero refugio de sofisticación, está decorada con muebles de época, tejidos lujosos y vistas panorámicas de la ciudad. La suite cuenta con un baño de mármol exquisitamente diseñado, que brinda una experiencia de spa.
Una curiosidad sobre Le Meurice es que ha sido el hogar de numerosas celebridades a lo largo de los años, incluyendo a Salvador Dalí, quien se inspiró en su atmósfera para crear algunas de sus obras más famosas. Sin duda, Le Meurice es un símbolo del arte de vivir “a la francesa” y una experiencia inolvidable para quienes buscan lo mejor en cuanto a alojamiento en la capital de Francia.
Segunda etapa: la icónica Avenue des Champs-Élysées, una de las avenidas más famosas del mundo. Paseo para contemplar la Torre Eiffel, breve recorrido por el rio Sena y luego taxi hasta las Galeries Lafayette, el emblemático centro comercial. Su impresionante cúpula de vidrio y hierro forjado me dejó sin aliento. Dentro, la selección de marcas de alta costura es inigualable, y no pude resistir la tentación de disfrutar de un café en su terraza con vistas a la Ópera Garnier, un momento que percibí como si de un sueño se tratara.
Camino al Mercado de los Enfants Rouges me paro en el Café de Flore, un ícono de la vida parisina. Este café histórico ha acogido a intelectuales y artistas desde hace más de un siglo. Toca disfrutar de un café au lait y un croissant en su terraza, mientras observo el ir y venir de la gente.
Visito el Mercado de los Enfants Rouges, el mercado cubierto más antiguo de París, donde se pueden probar las delicias gastronómicas de todo el mundo, desde falafel hasta delicadas crepas. Vuelta al hotel y pequeño descanso. Esta tarde toca el Louvre.
El Louvre es tan vasto que necesitaría 100 visitas para ser disfrutado como merece. Me quedo más de una hora contemplando algunas de las obras más famosas que el museo conserva. Inolvidable.
Antes de ir a cenar y a descansar, me da tiempo para una rápida escapada a Ladurée. Reconocida mundialmente por sus macarons, esta pastelería es un imperdible en cualquier visita a París. Su decoración art nouveau y su variedad de sabores hacen de cada visita una experiencia dulce y memorable. Dirección: 16-18 Rue Royale.
Segundo día. Desayuno en el hotel y visita al Musée d’Orsay, ubicado en una antigua estación de tren. Es un “must”. Su colección de arte impresionista y postimpresionista es simplemente espectacular. Obras de Monet, Van Gogh y Degas… La belleza arquitectónica del museo también es un espectáculo en sí mismo.
Desde allí me dirijo a un evento a la Fundación Louis Vuitton, un espacio contemporáneo de arte y cultura. Este impresionante edificio, diseñado por Frank Gehry, alberga exposiciones de artistas de renombre y ofrece un entorno innovador que celebra la creatividad.
Tengo tiempo suficiente para pararme a comer algo para reponer fuerzas, mientras disfruto de la inmensa ilusión que tengo al estar en esta ciudad maravillosa.
Mi segunda tarde en París empieza con una visita a la Shakespeare and Company, una emblemática librería, conocida por su ambiente bohemio y su rica historia literaria, un refugio para los amantes de los libros. Esta librería ofrece una amplia selección de obras en inglés y un acogedor rincón para leer. Dirección: 37 Rue de la Bûcherie.
Decido dar un paseo por el Barrio de Saint-Germain-des-Prés, conocido por su rica historia intelectual y artística. Durante el siglo XX, fue el epicentro de movimientos literarios y filosóficos, albergando a figuras como Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir. Sus calles están llenas de cafés históricos, boutiques elegantes y galerías de arte, lo que lo convierte en un destino atractivo para turistas y locales.
Toca pararse para un té caliente. El frío se nota en París en esta época del año. Según el itinerario marcado por la redacción de Slocum Magazine, me dirijo a la Rue Mouffetard, una de las calles más antiguas de París, famosa por su ambiente vibrante y bohemio. Esta calle adoquinada está repleta de encantadoras tiendas, mercados y restaurantes. Su animado mercado al aire libre y su proximidad al Jardín de los Plantas la hacen un lugar ideal, muy romántico.
Última etapa del día, cena en L’Arpège. Paso por el hotel para una ducha rápida y para cambiarme. Cenaré con Christelle, una fotógrafa que colabora con Slocum Magazine y que vive en París desde hace poco más de dos años. Es de Biarritz, aunque se formó como fotógrafa en Milán, antes de trasladarse a París.
Llego a la Rue de Varenne al número 84, donde está ubicado el celebre restaurante. L’Arpège es un restaurante con estrella Michelin, famoso por su enfoque en la cocina vegetariana y la utilización de productos orgánicos provenientes de su propia huerta. El chef, Alain Passard, conocido por su pasión por las verduras, ha llevado a L’Arpège a la cúspide de la gastronomía francesa, ofreciendo un menú que cambia según la temporada y la cosecha. La experiencia gastronómica aquí es un viaje sensorial que celebra la simplicidad y la frescura de los ingredientes. La compañía y el excelente nivel de los platos fueron los ingredientes perfectos para una cena exquisita.
Una curiosidad notable sobre L’Arpège es que Alain Passard ha sido pionero en transformar la percepción de las verduras en la alta cocina, creando platos que son auténticas obras de arte. Su compromiso con la sostenibilidad y la agricultura ecológica ha contribuido a que L’Arpège se haya convertido en un referente.
Estoy agotada pero feliz. Tercera ducha del día, esta vez para recuperar la temperatura, y a la cama.
Tercer día. Desayuno y a por un taxi. Me voy de shopping. La primera etapa es Le Bon Marché, donde la elegancia y la modernidad se fusionan. En esta tienda maravillosa se respira la atmosfera de Colette, un concept store que fue mítico en su momento y que cerró sus puertas en 2017. Le Bon Marché se encuentra en Rue de Sèvres, al número 24.
Aquí las direcciones que os recomiendo, entre aquellas visitadas en mi tercer día en París.
Merci. Esta tienda única en el corazón del Marais es un paraíso para los amantes del diseño. Ofrece una selección curada de moda, decoración y artículos para el hogar en un ambiente chic y acogedor. Cada compra ayuda a causas benéficas, lo que la convierte en un destino con propósito. Dirección: 111 Boulevard Beaumarchais.
Angelina. Famosa por su chocolate caliente y su mont-blanc, este encantador salón de té es un icono de parís desde 1903. Disfrutar de un dulce aquí es sumergirse en una tradición parisina. Dirección: 226 Rue de Rivoli.
Le Bar du Crillon. Situado en el Hotel de Crillon, este bar es un ejemplo de la elegancia parisina. Con cócteles creados por mixólogos de renombre, es el lugar perfecto para disfrutar de una noche de sofisticación. Dirección: 10 Place de la Concorde.
Tercer día. Desayuno y a por un taxi. Me voy de shopping. La primera etapa es Le Bon Marché, donde la elegancia y la modernidad se fusionan. En esta tienda maravillosa se respira la atmosfera de Colette, un concept store que fue mítico en su momento y que cerró sus puertas en 2017. Le Bon Marché se encuentra en Rue de Sèvres, al número 24.
Aquí las direcciones que os recomiendo, entre aquellas visitadas en mi tercer día en París…
Merci. Esta tienda única en el corazón del Marais es un paraíso para los amantes del diseño. Ofrece una selección curada de moda, decoración y artículos para el hogar en un ambiente chic y acogedor. Cada compra ayuda a causas benéficas, lo que la convierte en un destino con propósito. Dirección: 111 Boulevard Beaumarchais.
Angelina. Famosa por su chocolate caliente y su mont-blanc, este encantador salón de té es un icono de parís desde 1903. Disfrutar de un dulce aquí es sumergirse en una tradición parisina. Dirección: 226 Rue de Rivoli.
Le Bar du Crillon. Situado en el Hotel de Crillon, este bar es un ejemplo de la elegancia parisina. Con cócteles creados por mixólogos de renombre, es el lugar perfecto para disfrutar de una noche de sofisticación. Dirección: 10 Place de la Concorde.
Por último, recomiendo una visita a la Place Vendôme, una de las plazas más emblemáticas de París, situada en el 1er arrondissement. Diseñada en el siglo XVII por el arquitecto Jules Hardouin-Mansart, es famosa por su arquitectura clásica y por ser un símbolo de la elegancia parisina. En el centro de la plaza se encuentra la Columna Vendôme, erigida en 1810 por Napoleón Bonaparte para conmemorar su victoria en Austerlitz. Una de las curiosidades más interesantes sobre la Place Vendôme es su asociación con la alta costura y el lujo. La plaza alberga algunas de las boutiques más exclusivas del mundo, incluyendo marcas de renombre como Chanel, Dior, y Louis Vuitton. Además, es conocida por sus joyerías de lujo, como Boucheron y Cartier, que atraen a compradores de élite y celebridades. Al pasear por la plaza, los visitantes pueden disfrutar de las impresionantes vitrinas de las tiendas de lujo, así como del ambiente sofisticado que la rodea.
Además, en esta plaza es frecuente la celebración de eventos y exposiciones relacionadas con el lujo y el design, lo que la convierte en un destino imprescindible para todos las lectoras de Slocum Magazine a las que les gusta la moda y el diseño.