La música es un privilegiado medio de comunicación universal que genera numerosas sensaciones en el cuerpo humano y en la mente, estimula sentidos, evoca sentimientos y despierta emociones.
Por Nacho Figueroa
La polifonía es una de las proyecciones artísticas favoritas de la población general. Cuando un bebé aún está en su periodo de gestación escucha los sonidos uterinos, que son regulares, rítmicos, confortables y predecibles, y la melodía natural que interpreta el cuerpo de la madre es nuestra primera audición musical. Y esto es sólo el principio: escuchamos música mientras estamos en casa haciendo tareas del hogar, en la calle con los auriculares, en el coche… Y la música, desde luego, tiene numerosos beneficios demostrados científicamente.
Un estudio realizado por la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, reveló que la música es uno de los estímulos más poderosos que existe para generar sensaciones en el cuerpo humano, gracias principalmente a que los nervios auditivos son los que predominan dentro de todos los sentidos humanos.
Bien es cierto que no se conoce exactamente de dónde partió la música. Por supuesto que griegos y romanos disfrutaron con las melodías de la lira, pero en Occidente la falta de documentos musicales nos lleva a considerar el siglo VI y a los cantos eclesiásticos como el comienzo de la música en Europa.
Este arte ofrece una respuesta emocional prácticamente inmediata y de ahí su universalidad. Escuchar música es una de las principales acciones que más hace feliz al ser humano. La ciencia lo explica por la secreción de dopamina, un neurotransmisor que está presente en diferentes áreas del cerebro, siendo especialmente importante en la función motora.
Aun en su forma más simple, la música es capaz de suscitar diferentes estados de ánimo en quienes la escuchan. La música nos acompaña a todos sitios en nuestros smartphones, en la televisión, en las películas de cine, y en los conciertos de nuestros artistas favoritos. Configuramos una lista de reproducción especial para cada momento del día: para pasear, para trabajar, para ir de viaje, para estudiar o para hacer deporte. Además, cualquier excusa es buena para escuchar el último sencillo de nuestro artista favorito: un atasco de tráfico, una espera en la cola del supermercado, una cena, etc.
Hace muy poco se cumplió un año del inicio del confinamiento, y es que de entre todas las artes, la música se impuso como una de las más consumidas entre los meses de marzo y mayo de 2020, para recordar aquel año. ¿Qué hubiera sido de nosotros en el confinamiento si no hubiéramos tenido música?
Numerosos expertos lo tienen claro: escuchar sonidos musicales contribuye a mejorar la salud mental, previniendo el estrés, la ansiedad o la depresión. Sobre todo en momentos como el aislamiento social, más aun si es tan radical, como fue el confinamiento de 2020 a causa de la propagación del coronavirus. En este famoso momento de pausa, no fueron pocos los artistas y cantantes que plantearon propuestas de conciertos y festivales a través de las redes sociales. Con su música en directo, sus entrevistas y sus anécdotas propias de una cuarentena que tuvimos que vivir por las circunstancias, nos ayudaron a pasar los días y a alejarnos durante algunas horas de las ruedas de prensa y tertulias sobre el famoso coronavirus.
Además, cada día a las ocho de la tarde, entre el ritual de aplausos a todos los sanitarios que nos cuidaron –y nos siguen cuidando– y se dejaban la piel por todos nosotros, sonaban canciones llenas de mensajes y cargadas de emoción. Gente cantando en sus balcones, coros entre vecinos… Está claro que la música nos ha salvado la vida en muchas ocasiones, pero más, si cabe, durante el 2020.
La música siempre ha mostrado su lado más importante: la de juntar a todos independientemente de las diferencias que tengamos. A través de este arte, se están promoviendo diferentes actividades de cooperación; tanto es así que en más de una ocasión, la música ha ayudado a fines altruistas. La música se ha presentado como bandera para promover la paz mundial, incluso ha ayudado a recaudar fondos para los damnificados de desastres naturales –véase la famosa “We arte the world”, escrita por Michael Jackson, que recaudó 75 millones de dólares para la lucha contra la pobreza en el continente africano, a través de la organización USA for Africa–.
El estímulo sonoro tiene un poder sobresaliente para penetrar en el cuerpo y en la mente, y estimula los sentidos, evocando sentimientos y despertando emociones. La música es sin dudas un privilegiado medio de comunicación universal.
Sin música la vida sería un error.
-FRIEDRICH NIETZSCHE-