Ya son muchos los estudios que han demostrado que la semana laboral de cuatro días puede beneficiar la salud de las personas, del planeta y los resultados de las empresas.
Por Paulina Bernal
Valencia, la tercera ciudad más grande de España, llevó a cabo un ensayo de semana laboral de cuatro días, organizando días festivos locales durante cuatro lunes consecutivos en abril y mayo del año pasado.
Fue solamente uno de los muchos experimentos que se han realizado en los últimos tiempos, dedicados a la posibilidad de una reducción de la semana laboral y a todos los beneficios que esta reducción implica, para las personas y para las empresas.
Alrededor de 360.000 trabajadores participaron en el experimento realizado en Valencia y utilizaron el tiempo extra para actividades deportivas, de relajación y preparación de comidas. Los resultados detectaron sin lugar a duda una mejora muy significativa de la salud auto percibida, menos estrés, menos fatiga y un aumento de la felicidad y la satisfacción personal.
La reducción de los desplazamientos también provocó una disminución de las emisiones de dióxido de nitrógeno y una mejora de la calidad del aire.
En otro estudio realizado en el Reino Unido en 2022, sobre 73 empresas y 3.300 empleados, se constató que una semana laboral de cuatro días con el mismo salario aumentaba con creces los resultados para la empresa. Hubo un importante aumento de la productividad. Obviamente, hubo un alto grado de satisfacción entre los empleados, y la mayoría expresó su voluntad de continuar con este modelo.
Y obviamente, la empresa aceptó ya que se confirmó el aumento de la productividad, con empleados capaces de completar el 100% de su trabajo en mucho menos tiempo. La adopción de esta práctica conlleva una serie de beneficios a destacar, como la mejora de la salud mental y física, un mayor equilibrio entre la vida laboral y personal y un mayor cuidado del medio ambiente.
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