La época de las grandes dimisiones, que están caracterizando los últimos tiempos, aún no ha terminado.
Por Paulina Bernal
La época de las grandes dimisiones, que están caracterizando los últimos tiempos, aún no ha terminado. Según el Global Rework Report 2023 de Kelly, empresa internacional de headhunting, más de una tercera parte de los trabajadores del sur de Europa tiene previsto dejar su puesto de trabajo en el plazo de un año, debido a que no está satisfecho con las condiciones en las que trabaja.
Entre las razones para buscar un cambio, está la voluntad de encontrar un entorno de trabajo mejor en términos de calidad de vida, además de las razones económicas tradicionales.
Una cuarta parte de los empleados a escala europea citan entre las razones para cambiar de trabajo: el equilibrio entre vida profesional y vida privada, la falta de perspectivas profesionales y un plan de desarrollo de competencias. También pesa negativamente – y mucho – la carga de trabajo, considerada excesiva, con un porcentaje notable de trabajadores que explican cómo esa carga de trabajo, junto con la demasiada presión generada por el “todo ya”, la falta de recursos de los equipos y la constante sensación de trabajar en una emergencia, tienen un impacto extremadamente negativo en su bienestar mental. Hasta el punto de plantearse dejar la empresa.
¿Los objetivos tanto buscados? Trabajar menos, pero con mejor calidad (que es la gran ventaja, compartida con las empresas, resultante de una menor presión), y vivir sin estrés. Tendencias como el burnout o la filosofía del Lazy Girl Job que tanto éxito está alcanzando en las redes sociales en los últimos meses, son solamente algunos ejemplos de esta tendencia contemporánea. Del burnout ya hemos hablado en estos otros artículos de la revista Slocum:
¿TRABAJAMOS PARA VIVIR O VIVIMOS PARA TRABAJAR?
SI QUIERES TENER MÁS ÉXITO PROFESIONAL, LO MEJOR ES ALEJARSE DEL TRABAJO
Por otro lado, el Lazy Girl Job es un fenómeno todavía más recién y que está generando un impacto muy llamativo en TikTok. La época de las chicas guerreras que luchaban por conseguir una carrera profesional deslumbrante, con el mito del multitasking en cuerpo y alma se acabó. Ya basta de las alarmas de los despertadores que suenan a las 6 de la mañana, con la condición de estar siempre disponible a cualquier hora, con las agendas repletas de compromisos de trabajo y tareas a cumplir ya, con las demasiadas reuniones y a cualquier hora del día, con los demasiados files a cumplimentar de forma constante. Los contendidos de TikTok dedicados al mundo del trabajo están lentamente pero drásticamente cambiando, y se centran siempre menos en la productividad y la escalada de las jerarquías en las empresas, y siempre más a una nueva forma más “relajada” y medida de trabajar, una forma que permita proteger la salud mental y física y que aumente no solamente el bienestar del trabajador sino también, como consecuencia demostrada, la calidad de los resultados.
Las profesiones preferidas por las adeptas a esa nueva filosofía son aquellas que permitan contar con el sentido de seguridad generado por una compensación económica correcta, unos horarios que favorezcan mantener un equilibrio entre vida privada y vida profesional y que permitan trabajar principalmente a distancia, a través del smart-working. De cara a este último punto, la pandemia demostró que los niveles de productividad, en profesiones de oficina, habían aumentado con creces trabajando desde remoto. Las empresas más atentas a todos los estudios relacionados con esta forma de trabajar, desde entonces han implementado en trabajadores de más de 30 años, la presencia de 2, máximo 3 días de trabajo en las oficinas, cada semana.
Volviendo al fenómeno del Lazy Girl Job, las ideas que representan los cimientos de esa filosofía son aquellas de trabajar en un ambiente sano y no demasiado competitivo, con unos tiempos lógicos, mejora de la calidad de la vida y en consecuencia de los resultados (son siempre más los estudios que demuestran que efectivamente así suele ser).
El fenómeno nos cuenta de un cambio significativo en el mundo laboral: hasta hace poco tiempo, admitir no ser ambiciosas a nivel profesional se veía como una debilidad, más aún en el ámbito de las mujeres. Ahora, las prioridades han cambiado y es muy difícil que se llegue a aceptar un puesto de trabajo que ponga en riesgo la salud mental y física. Por otro lado, este fenómeno ha levantado criticas y polémicas entre aquellos que lo han visto como un himno a la vagancia o al conformarse con poco, más aún en un publico mucho más mayor y conservador.
La frase más recurrente entre los jóvenes – y no tan jóvenes – es: “Mi empresa me pide cada vez más, pero cuando pido yo me hacen sentir culpable”. Hay algo que aparece de forma muy clara a los ojos de las generaciones más jóvenes, sobretodo hablando de los Millenials: esta época tenía que haber sido su momento, mientras que las dificultades para crear una economía solida, juntas con las presiones enormes de los sistemas de trabajos adoptados hoy en día por las empresas, han hecho que el futuro se haya convertido en un concepto inexistente. Es como si los más jóvenes estuvieran esperando un “pistoletazo de salida” que nunca llegará. Al parecer, esta es la sensación más difundida. Y el resultado es una mezcla constante de insatisfacción y burnout en los puestos de trabajo.
Volviendo al Global Rework Report 2023 de Kelly, la encuesta también analiza a los trabajadores que deciden quedarse. De los que se quedan, una tercera parte lo hace por una sensación de seguridad psicológica, pero casi la mitad de ellos ha puesto en práctica la renuncia silenciosa, la llamada «dimisión silenciosa», es decir, hacer sólo lo mínimo que exige su función. Un compromiso obviamente dañino también para las empresas. Para más de la mitad de los encuestados que deciden quedarse, el factor que les impide marcharse es su sentido de pertenencia a su empresa actual. Para los llamados «dedicated performers», es decir, los empleados leales, contar con empresas con políticas de inclusión social es el factor que más determina su percepción positiva del puesto de trabajo.
El mundo del trabajo ha cambiado y, según los datos de los analistas más fiables, las empresas que antes analizarán los estudios que se están generando al respeto, y por lo tanto decidirán y sabrán adoptar sistemas conformes con una mejor calidad de vida para sus trabajadores, serán aquellas que contarán con los recursos humanos más implicados, fieles y productivos. Y por lo tanto, con unos resultados mucho mejores.