Se espera una gran transformación: un verdadero cambio de paradigma en la forma de concebir el trabajo.
Por Mario Medina Lafuente
Se espera una gran transformación: un verdadero cambio de paradigma en la forma de concebir el trabajo. Así lo cree Jamie Dimon, consejero delegado de JP Morgan, una de las más grandes e importantes instituciones financieras del mundo..
Jamie Dimon declaró que la Inteligencia Artificial transformará radicalmente nuestra forma de trabajar. Estamos de camino hacia un nuevo modelo en el cual la semana laboral será de tan solo tres días y medio. Esta visión revolucionaria se basa en datos muy concretos y en tendencias que ya se están dando en el presente. Muchos empleados de JP Morgan ya utilizan la IA en sus actividades y esta tecnología se está difundiendo y utilizando cotidianamente en diversas áreas. Según Dimon, la IA es algo «vivo, que respira» y que evolucionará a lo largo de la historia. No se trata sólo de automatización, sino de un auténtico cambio de paradigma en la forma de concebir el trabajo. Los bancos están demostrando cómo la integración de la IA puede conducir a un gran aumento de la productividad en términos de eficiencia.
Además, según un informe de otro gigante financiero, la empresa Goldman Sachs, unos 300 millones de puestos de trabajo podrían verse afectados por la llegada de la IA. Una parte significativa de la población teme perder su empleo debido a las nuevas tecnologías. Sin embargo, Dimon insta a la calma: «La tecnología siempre ha sustituido algunos puestos de trabajo», afirma, «pero también ha creado siempre nuevas oportunidades. El reto será gestionar esta transición de forma equilibrada».
Aquí un dato realmente curioso y llamativo a tener en cuenta: un informe de McKinsey del año pasado ofrece una perspectiva interesante, que nos dice que la IA y otras tecnologías emergentes podrían automatizar tareas que actualmente ocupan entre el 60% y el 70% del tiempo de los empleados. Esto podría traducirse en una contribución estimada de entre 2,6 y 4,4 billones de dólares anuales a la economía mundial. Una reducción de las horas de trabajo no significa necesariamente una disminución de la productividad. El estudio sugiere que, de hecho, la IA podría permitir a los trabajadores centrarse en actividades de mayor valor añadido. No es la primera vez que se prevén reducciones drásticas de la jornada laboral gracias a la tecnología. Ya en 1930, el economista John Maynard Keynes especulaba con que las generaciones futuras trabajarían sólo 15 horas semanales.
Por último, cabe destacar que un estudio de la Universidad de Cambridge, sobre 61 organizaciones, arrojó resultados prometedores: con una semana laboral de cuatro días, se redujeron en un 65% los días de baja por enfermedad y el 71% de los empleados declararon niveles más bajos de agotamiento. El 92% de las empresas participantes decidieron mantener el fin de semana de tres días.
Al escuchar lo que Javier me acaba de contar, me doy cuenta de cuanto en los últimos tiempos me encontrado con discursos muy parecidos. Y la verdad es que, mientras los correos inundan nuestras bandejas de entrada y las reuniones ocupan gran parte de nuestras jornadas, la productividad se convierte en una ilusión.
¿Cómo podemos enfrentarnos esta tendencia que lleva al agotamiento?
¿Es posible encontrar un equilibrio en este caos laboral?
Es fundamental replantear la manera en que abordamos nuestras jornadas laborales. La clave no radica solo en trabajar más horas o estar disponibles en todo momento, sino en trabajar con mayor inteligencia. Crear espacios en nuestra agenda para el trabajo profundo, establecer límites y fomentar una cultura que valore la calidad sobre la cantidad son pasos necesarios para frenar esta inercia negativa. Promoviendo un ambiente donde la comunicación fluya de manera eficiente y se minimicen las interrupciones, no solo mejoramos nuestra productividad, sino también nuestro bienestar emocional y mental. Las empresas que en los últimos tiempos han entendido lo ventajoso de esta formula y la han aplicado, volviendo al trabajo real y escapándose de la burocracia excesiva, son aquellas que han visto mejorar su productividad más que ninguna otra.
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