HERMÉS, ROLLS ROYCE Y MOËT & CHANDON: SUS CLIENTES Y SU IDENTIDAD VERBAL

Cuando la identidad verbal de unas marcas refleja un aura de elegancia, sofisticación y tradición arraigada. 

Por Estíbaliz Cazorla


Cómo son los clientes de Hermés, Rolls Royce y Moët & Chandon, según la identidad verbal que utilizan como marca. Estas marcas emblemáticas han trabajado un universo verbal reservado solo a aquellos que buscan la excelencia y el detalle.

Los clientes de las tres firmas tienen en común la perfección, la exclusividad y el lujo en cada aspecto de su vida. Un público selecto que, más que adquirir un producto, está comprando un estilo de vida y un estatus social. La identidad verbal de estas marcas refleja un aura de elegancia, sofisticación y tradición arraigada.

HERMÈS, HABLA DESDE EL ARTE Y LA ELEGANCIA. Sus clientes no solo buscan un accesorio, sino una obra de arte que trascienda las tendencias. Son personas que valoran la artesanía y la tradición por encima del producto en sí. Aprecian el cuero más fino y la seda delicada, la calidad y la autenticidad son fundamentales para la casa Hermès.

El cliente de Hermès busca productos que conlleven una historia, con artesanía, autenticidad y sofisticación como base. Una persona de espíritu libre, cuya elegancia reside en la simplicidad de la calidad. Para su cliente, Hermès no es solo una marca; es un estilo de vida, un legado que se transmite de generación en generación.

La descripción del cliente ideal de Hermès es el de una mujer u hombre de 45 años, que trabaja, por ejemplo, como Director Creativo en una firma de diseño de muebles de lujo. Un apasionado del arte y la cultura, que disfruta explorando galerías de arte contemporáneo en París, durante sus viajes de negocios, y colecciona obras de artistas emergentes. También es un entusiasta de la moda, pero fiel a su estilo personal y elegante.

Como director creativo, viaja con frecuencia por trabajo y placer, pero siempre encuentra tiempo para disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, como una cena íntima con amigos o una tarde tranquila en su estudio de diseño. Para él, la calidad y la autenticidad son fundamentales al elegir, por eso busca productos que no solo sean estéticamente hermosos, sino que también cuenten con una historia detrás de ellos. Le encanta descubrir marcas que valoran la artesanía excepcional y la tradición inquebrantable, como Hermès.

Por eso, Hermès utiliza una identidad verbal basada en ser una marca elegante, sofisticada y atemporal.

Se comunica de manera sutil, utilizando un lenguaje que resalta la artesanía, la tradición y la autenticidad de sus productos. La marca evoca una sensación de exclusividad y distinción, pero al mismo tiempo transmite un aire de accesibilidad y familiaridad, lo que la hace cercana y apreciada por sus clientes fieles.

El tono de voz de Hermès es sereno y seguro, transmitiendo una sensación de calma y confianza en su calidad y estilo. Utiliza un vocabulario evocador, que apela a los sentidos y a las emociones de sus clientes. Además, se enorgullece de su herencia y legado, por lo que su identidad verbal también incluye referencias a su historia y valores fundamentales, como la artesanía artística, la excelencia y el compromiso con la elegancia intemporal.

ROLLS ROYCE HABLA AL PODER MODERNO. Sus clientes ideales son más que conductores; son pioneros de la excelencia, que exigen nada menos que lo extraordinario. Visionarios que entienden que un Rolls-Royce no es un medio de transporte, es una declaración de estatus, un símbolo de logros y un refugio de serenidad.

El cliente ideal de Rolls Royce se mueve en el lujo moderno, se deleita con la majestuosidad de la ingeniería y con la artesanía. Los clientes de la celebre marca valoran la discreción, pero no buscan pasar desapercibidos. Es por eso que un Rolls Royce no solo es un coche; es una extensión de su propio carácter, una manifestación de su gusto impecable y un compañero de viaje.

Por ejemplo, un cliente ideal de Rolls Royce es una mujer (o un hombre) de 50 años, que podría ser la CEO de una empresa multinacional de tecnología, apasionada de los viajes, que cuando no está ocupada en su empresa, disfruta recorriendo el mundo en busca de nuevas experiencias. Una amante de la música clásica, que disfruta asistiendo a conciertos en las principales ciudades del mundo.

Lleva un estilo de vida exigente y repleto de compromisos. Sin embargo, siempre encuentra tiempo para disfrutar de los placeres de la vida, ya sea una cena exclusiva en un restaurante con estrella Michelin o un retiro de bienestar en un destino exótico. Para esta mujer, la calidad y la exclusividad son aspectos fundamentales al elegir sus adquisiciones. Busca productos que reflejen su estatus y éxito profesional, pero también que le brinden una experiencia única y memorable. Para ella, un Rolls Royce no es solo un automóvil; es una declaración de poder y distinción.

Es admiradora de Rolls Royce desde hace años, y considera que la marca encarna la excelencia en el mundo de la velocidad, por lo que para ella poseer un Rolls no solo simboliza su éxito, sino también representa una recompensa por su arduo trabajo y dedicación. Valora la calidad, la artesanía y la exclusividad de la marca, y está dispuesta a invertir en productos que reflejen sus estándares exigentes.

Es pensando en personas como ella que Rolls Royce utiliza una identidad verbal majestuosa, exclusiva y aspiracional.

La marca se comunica reflejando el prestigio y la distinción, asociados con sus vehículos de lujo. Utiliza un lenguaje que resalta la excelencia en la ingeniería y en el diseño, y la exclusividad en la experiencia de conducción.

El tono de voz de Rolls Royce es imponente y elegante, transmitiendo una sensación de grandeza y poder. La marca emplea un vocabulario selecto y evocador, a través de imágenes de lujo y sofisticación. Además, Rolls Royce se enorgullece de su legado y herencia, por lo que su identidad verbal también incluye referencias a su historia centenaria, su compromiso con la innovación y su papel como símbolo de estatus y éxito.

MOËT & CHANDON HABLA A LA JUVENTUD DE LA EUFORIA EFERVESCENTE. Sus clientes buscan brindar porque saben que la vida está llena de momentos dignos de ser celebrados. Personas que aprecian la calidad sin concesiones y la elegancia desenfadada. Para ellos, cada botella de Moët & Chandon es una promesa de alegría compartida y una invitación a brindar por la vida, en su máximo esplendor.

El cliente ideal de la marca lo encarna una mujer de 30 años, que es Directora Ejecutiva de una empresa de relaciones públicas de renombre. Una mujer apasionada de la vida social y el entretenimiento, que disfruta al organizar eventos exclusivos y al asistir a fiestas y cenas elegantes en las principales ciudades del mundo. Además, es una seguidora de la escena gastronómica y disfruta descubriendo nuevos restaurantes y experiencias culinarias.

Como directora ejecutiva de una empresa de relaciones públicas, lleva un estilo de vida glamoroso y agitado. Su agenda está repleta de reuniones, eventos y viajes de negocios, pero siempre encuentra tiempo para celebrar los éxitos con estilo y elegancia. Para ella, el champagne no es solo una bebida, es una experiencia sensorial y emocional. Busca bebidas de calidad que sean perfectas para celebrar ocasiones especiales y crear recuerdos inolvidables con amigos y colegas. Además, valora la exclusividad y la sofisticación en sus elecciones de bebidas, buscando siempre marcas de renombre como Moët & Chandon.

De hecho, es admiradora de Moët & Chandon desde hace años. Considera que la marca es sinónimo de lujo, celebración y estilo de vida glamuroso, y siempre elige Moët & Chandon para sus eventos más importantes y exclusivos.

Para ella, cada copa de Moët & Chandon es una invitación a brindar por la vida y disfrutar de los momentos más memorables con estilo y elegancia.

En cuanto a la Identidad Verbal de la marca, pensando en mujeres como ella, se caracteriza por ser festiva, sofisticada y emocionante. Moët & Chandon se comunica con un tono que refleja la alegría y la celebración asociadas con sus champagnes de lujo. Utiliza un lenguaje que resalta la exuberancia de sus productos, la elegancia en su elaboración y la emoción de compartir momentos especiales con amigos y seres queridos.

El tono de voz de Moët & Chandon es vivo y joven, transmitiendo una sensación de energía y entusiasmo. La marca emplea un vocabulario evocador, lleno de imágenes de celebración y felicidad compartida. Además, Moët & Chandon se enorgullece de su legado como una de las casas de champagne más emblemáticas del mundo, por lo que su identidad verbal también incluye referencias a su historia centenaria, su compromiso con la calidad y su papel como cómplice de los momentos más memorables de la vida.

Estíbaliz Cazorla es copywriter experta en Identidad Verbal para marcas, y Fundadora de Mirar para Crear
Para más información: web de Mirar para Crear
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