¿El dinero compra la felicidad? Aparentemente sí. O al menos ayuda a sentirse menos triste.
Por Nicolás Fonseca Rivas
Sabemos que hay “cosas” que no se pueden comprar ni con todo el dinero del mundo. Y quizás estas “cosas” representen la verdadera riqueza. Nos referimos al amor, a la amistad, a la salud, al contar con el lujo que representa vivir de un trabajo que nos gusta… Sin embargo, el dinero aporta mucho para que un individuo gane en serenidad y para que la felicidad sea más fácil de alcanzar. O, por lo menos, eso dicen los estudios más recientes.
Seguro que la mayoría de vosotros pensáis que se trata de una obviedad, y que con una buena cantidad de dinero seguro que podéis vivir más tranquilos, sin preocupaciones. Otros dirán que no fue necesario un estudio para demostrarlo
Pero la ciencia, hasta ahora, no lo creía así.
En 2018, por ejemplo, un estudio afirmó que el dinero te hace más feliz hasta cierto punto, pero que una vez que alcanzas un salario de alrededor de $60,000-70,000 en EE. UU., la felicidad tiende a estabilizarse y que, a partir de aquel momento, aunque vayas ganando más dinero, el bienestar emocional se estabiliza. Sin embargo, un estudio posterior repitió el experimento de forma mejorada para verificar los resultados.
El estudio inicial analizó los datos de ingresos y las calificaciones de felicidad de la aplicación Track Your Happiness. Se pidió a los participantes que calificaran qué tan felices recordaban haberse sentido en un período reciente, lo que se consideró menos que ideal para fines de calificación porque la memoria podría alterarlo.
Para el nuevo estudio, de hecho, a los participantes se les hicieron preguntas a lo largo del día, como «¿cómo te sientes en este momento?», Ofreciéndoles respuestas de «muy mal» a «muy bien». También se planteó la pregunta «en general, ¿qué tan satisfecho está con su vida?», en una escala de «nada» a «extremadamente». Se recopiló un total de 1.725.994 puntos de datos sobre el bienestar experimentado por 33.391 adultos en edad laboral que viven en los Estados Unidos, para descubrir una relación bastante lineal entre los ingresos y los niveles de felicidad, tanto en términos de bienestar experimentado como de satisfacción con la vida.
El estudio, que fue en cualquier caso de naturaleza cuantitativa, por lo que no investigó mucho las razones de las respuestas, acabó con resultados que no dejaron dudas: el dinero influye bastante en el grado de felicidad de un individuo. Aunque no es suficiente.