Ciertamente lo has notado: los sujetos de las fotografías antiguas casi nunca sonríen.
¿Te has preguntado alguna vez por qué?
Por Mario Piovesani
Las personas retratadas de las fotografías antiguas casi nunca sonríen.
Algunos argumentan que la causa sea la mala higiene personal en boga en el pasado, y que las personas nunca sonreían en las fotos para no mostrar caries o dientes faltantes. Es una teoría interesante, pero refutable: la gran mayoría de las personas de la época tenían los dientes cariados, y el hecho de ver o menos esos dientes en una fotografía no habría llamado mucho la atención, siendo algo habitual. Después de todo, la belleza y la estética siempre están relacionadas con la época en la que vives.
Una segunda teoría está ligada a un problema más técnico.
A principios de la década de 1900, era normal tardar de medio minuto a diez minutos para poder grabar una imagen y, para tomar el retrato. La persona fotografiada tenía que permanecer inmóvil durante todo el tiempo del “disparo”. Obviamente, una expresión neutra resultaba bastante más cómoda de mantener durante 10 minutos que una sonrisa. Además, cabe recordar que, en la época, la fotografía era muy cara, por lo que no se podía correr el riesgo de arruinar una toma con un rostro movido a causa de una sonrisa.
Una última teoría es que, en aquella época, las únicas personas que se solía ver sonreír en las obras de arte, eran los pobres, los delincuentes, los borrachos, los inocentes y los bromistas (o los comediantes). Razón por la cual, nadie quería verse reflejado en una fotografía con una sonrisa.
Mark Twain, en una carta enviada a un periódico, escribió: «Una fotografía es el documento más importante, y no hay nada peor que pasar a la posteridad, con una tonta y estúpida sonrisa impresa en el rostro para la eternidad».
Cuando estoy haciendo fotos, lo que estoy haciendo en realidad es buscando respuestas a las cosas.
-WYNN BULLOCK-