Un sorprendente estudio sobre ondas de radio anómalas, captadas por el radiotelescopio más potente jamás construido, ha sido publicado en la prestigiosa revista científica Nature. ¿Posibles rastros de otra civilización?
Por Edy B. Morgan
Extraterrestres, científicos chinos y señales del espacio: «Posibles rastros de otra civilización»
por Guido Santevecchi
Podría parecer un guion de una película de Hollywood; sin embargo, se trata de algo realmente ocurrido. Unas ondas de radio anómalas han sido captadas por el radiotelescopio más potente jamás construido y el estudio realizado sobre estas ondas ha sido publicado en una de las revistas más prestigiosas en el ámbito científico: Nature.
El responsable del estudio es el Profesor Zhang Tongjie. Según sus palabras: «Hemos detectado posibles rastros tecnológicos de una civilización extraterrestre en una señal de radio del espacio. ¿Extraterrestres? Tenemos que investigar, llevará tiempo: pero es posible que algún día los necesitemos”. Así que, según el reconocido científico, quizás los extraterrestres nos hayan enviado un mensaje y quizás podríamos llegar a necesitar su ayuda en el futuro.
Las sorprendentes señales en cuestión, fueron detectadas por el radiotelescopio Fast.
Fast es el acrónimo de «Telescopio esférico de apertura de quinientos metros», tiene una sola placa de 500 metros de diámetro, un área enorme. Este “ojo en el universo” (apodado Sky Eye por la comunidad científica internacional) está ubicado en la provincia de Guizhou, en el suroeste de China, y para construirlo fue necesario hacer desaparecer una montaña entera.
Fueron los astrónomos chinos que operan con este celebre radiotelescopio, el más grande, potente y sensible jamás construido en el planeta Tierra, quienes se percataron de las extrañas ondas y quienes describieron la detección de una serie de señales que estaban llegando desde una galaxia muy remota.
Entre las misiones encomendadas a estos científicos, que trabajan en el mega radiotelescopio, se encuentra nada más y nada menos que el Seti. Seti es un acrónimo que significa «Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre».
El radiotelescopio Fast se activó en 2016 y en el 2020 recopiló dos series de «ráfagas de radio rápidas» que se cree provengan de una fuente a unos tres mil millones de años luz de la Tierra» (así escribió en aquel entonces la agencia Xinhua) . A principios de 2022, mientras se estaban observando y escuchando unos exoplanetas (cuerpos celestes que orbitan una estrella en sistemas similares al solar), Fast captó una nueva extraña «señal repetida de una fuente de radio constante», formada por diversos «pulsos electromagnéticos de banda estrecha».
Según el estudio publicado en la revista Nature, lo primero que tuvieron claro y reportaron por escrito los científicos chinos fue: “Viene de una nano galaxia pobre en metales».
¿Pero, donde está la respuesta? ¿Se trata de verdad de huellas extraterrestres? ¿O se trata de una simple interferencia de radio?
El científico Zhang Tongjie – que lidera el proyecto Fast y dirige el equipo de investigación extraterrestre en el departamento de astronomía de Beijing Normal – dijo: “Tenemos que investigar más y eso tomará mucho tiempo.
El profesor Zhang Tongjie también recordó que Stephen Hawking había desaconsejado a los seres humanos tomar iniciativas precipitadas en la búsqueda de contactos con hipotéticos extraterrestres, para no correr el riesgo de provocar conflictos universales por el control de los recursos indispensables para la supervivencia (de la humanidad y de la raza alienígena). Una frase celebre y advertencia del profesor Hawking fue: “Los indios que acogieron a Colón no terminaron bien”.
Pero, el astrónomo chino está muy convencido de que el universo es lo suficientemente inmenso para todos, humanos y extraterrestres. Según dijo: «Imagina que estás navegando en un mar tormentoso y oscuro y ves una luz tenue en la distancia, quizás de otro barco perdido entre las olas. ¿Le dispararías o intentarías ponerte en contacto con el objetivo de unir fuerzas y ayudarnos mutuamente? Aquí está mi teoría sobre el mar oscuro y profundo, sobre nuestra búsqueda de otras civilizaciones extraterrestres. Es posible que algún día ya no podamos sobrevivir en nuestra Tierra … es posible que necesitemos de amigos extraterrestres».
Ahora, no queda otra cosa que descubrir cual es la fuente de estos extraños y sorprendentes pulsos de radio, que han llegado desde otra galaxia ubicada a unos tres mil millones de años luz de distancia de nuestro planeta.