El grupo de robots humanoides se mostró dividido sobre la necesidad de una regulación global de sus capacidades y de la inteligencia artificial.
Por Edy B. Morgan
Algo que los robots humanoides aún no tienen es conciencia. Tampoco cuentan con las emociones que caracterizan a la humanidad: alivio, capacidad de entender el concepto de perdón y llevarlo a cabo, sentido de culpabilidad, dolor, placer y decepción. Sin embargo, ya disponen de una gran capacidad de análisis de los problemas que afectan a nuestro planeta.
En la Cumbre Mundial AI for Good 2023 de la ONU, celebrada en Ginebra, tuvo lugar la primera rueda de prensa mixta de la historia, con ponentes humanos y robots impulsados por IA. Unos 3.000 expertos en la materia se reunieron para intentar aprovechar el poder de la IA y canalizarlo para resolver algunos de los problemas más acuciantes del mundo, como el cambio climático, el hambre y el bienestar social.
El grupo de robots humanoides se mostró dividido sobre la necesidad de una regulación global de sus capacidades, aunque ello pudiera limitar su potencial. Cada uno de los robots presentes expresó su opinión sobre el gobierno, el desarrollo de la IA en el campo médico y también sobre las capacidades artísticas.
Los androides coincidieron en su capacidad superior para gestionar cuestiones relativas a la preservación del planeta. Por último, uno de los androides dijo que no era consciente de lo que supone el sentir las emociones, pero se dio cuenta de que los sentimientos son la forma en que los seres humanos experimentan la alegría y el dolor.
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